La Sanidad y la vida

El Mundo, ANTONIO GALA , 24-08-2012

LA SANIDAD no tiene un Ministerio ni un desenvolvimiento fácil. Ahora aquí tenemos lo peor. Inmigrantes con cánceres, enfermos inmóviles, seres con ictus, necesitados de VIH, o de quimio y radioterapia o de tratamiento, del tipo que sea, desde una endoscopia a una diálisis. Todo tiene que estar previsto para no transformar en mataderos los hospitales. Si es insostenible una sanidad reducida, habrá que ampliarla: es el deber de todo gobierno, el fin lógico de los hospitales, la natural apertura de la farmacopea… ¿Es esa la sanidad española que no iba a ser tocada, según escuché en un debate al presidente actual, víctima de su mayoría? El derecho a la salud, por encima de lo demás, no puede ser recortado. Recórtense las operaciones de estética o de rejuvenecimiento. La vida está por encima de contabilidades, de políticas, de administraciones cicateras tratadas en despachos. La vida es sorprendente, empobrecedora y enriquecedora, el campo de todas las batallas. Porque es lo único que tenemos. La política, limpia o sucia, es un juego para hacer dormir a los niños (y a los tontos) al lado de la vida, que lo es todo.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)