Se llama Mirza. Es Bosnio y tiene
27 años. Es uno de los 140.000 extranjeros
que residen en el País
Vasco. Hasta hace unas semanas
era el capitán del mejor equipo local
de baloncesto, el Baskonia. Nadie
diría que ha venido a quitarle el
trabajo a alguien o a beneficiarse
del mejor y más completo sistema
de ayudas sociales de España. Pero
el imaginario colectivo sí lo
piensa de alguno de sus conciudadanos
del Este de Europa, o de los
magrebíes, o de los portugueses, o
de los sudamericanos. En este contexto,
alimentado sin duda por la
crisis, el Gobierno vasco presentó
ayer una pequeña guía para desmontar
los 12 rumores más usuales
sobre la inmigración.
«Los prejuicios y estereotipos rodean
y persiguen a la población inmigrante
y son la esencia que alimenta
el racismo», concluye el trabajo.
La consejera de Empleo y
Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta,
aseguró que la inmigración es
compleja, sí, «pero positiva». «Si
mañana desaparecieran de nuestras
casas las inmigrantes que cuidan
de nuestros mayores y niños,
tendríamos un verdadero drama
social», destacó.
La guía remarca que no hay demasiados
inmigrantes: nadie se
plantea poner coto al turismo, que
también es una forma más de migrar.
Aporta datos que desmontan
la tesis de que los extranjeros viven
de las ayudas, de que abusan de
ellas. «Aunque la población inmigrante
sólo representa el 8% del total,
se lleva el 43% de todos los recursos
que se destinan a estos fines
», destacó una publicación hace
unos meses. Empleo y Asuntos Sociales
replica que únicamente un
7% de los extranjeros en el sistema
de protección social vive de los
subsidios durante más de seis años
frente al 43% de los autóctonos.
También constata que, con sus
impuestos, están contribuyendo a
garantizar el futuro de la Seguridad
Social ahora que la población
local envejece. ¿Y el efecto llamada?
En tierras vascas, al menos, no
existe: se conceden el 40% de las
ayudas sociales de toda España pero
el porcentaje de extranjeros es
del 6,6%, muy inferior a la media.
Es cierto que tienen mayor prevalencia
en los listados de beneficiarios
de la renta de garantía de
ingresos, de los complementos de
vivienda o de las AES, pero no en
otras redes de protección como las
pensiones o las prestaciones de desempleo.
«Los inmigrantes no son
los causantes de la crisis», remacha
el trabajo, que reseña, por el contrario,
cómo este colectivo heterogéneo
hasta el extremo –incorpora
a ciudadanos de más de 150 países–
sí es el «primera víctima», uno
de los grupos más tocados por los
recortes.
Se le has restringido el acceso a
la Sanidad o se han endurecido los
requisitos de arraigo para cobrar la
renta de garantía de ingresos si no
han cotizado cinco años a la Seguridad
Social. Pero los vascos, dicen
las encuestas, siguen pensando
que reciben «demasiada» cobertura
social, más que los parados u
otros sectores vulnerables.
Los datos presentados ayer por
Zabaleta desmontan además la
idea de que los extranjeros tengan
más facilidades para acceder a una
VPO o que bajen el nivel de la escuela
pública. Tampoco colapsan
los hospitales ni carecen de civismo.
La mayoría no vive apiñada y
en malas condiciones y hay indicadores
que muestran un alto grado
de integración.
Información
accesible en la ‘web’
>La guía ‘Frena el rumor’, de la
que se han tirado 400 ejemplares
en castellano y 250 en
euskara, se distribuirá en municipios,
asociaciones y colegios
para concienciar sobre la
interculturalidad. La ‘web’
www.frenaelrumor.org recoge
información adicional. Por otro
lado, Empleo y Asuntos Sociales
concederá en breve nuevas
subvenciones a los municipios
vascos para que implementen
programas de integración