Cuando la música es la vida

El documental ‘México Flamenco’ narra una historia real de integración a través de la cultura

La Vanguardia, , 08-06-2012

El año 2011, cuando el músico Antonio Cortés, Barullo, se encontraba en pleno proceso de producción de su último álbum, México Flamenco –un trabajo que fusionaba la eterna canción mexicana y el flamenco del siglo XXI–, una oenegé catalana, Tomando Conciencia, se interesó por su trabajo. Tomando Conciencia nació con el objetivo de ayudar a la infancia mediante el acceso de los niños a la educación, a la sanidad o a la alimentación. Curiosamente, trabajaba y sigue trabajando con dos oenegés: una catalana (Asociación de Cultura Gitana Joven Ternikaló XXI) y una mexicana (Jóvenes Orquestas). Visto que el trabajo de Cortés mezclaba unas características que podían cuadrar con la filosofía de las dos oenegés, Tomando Conciencia le pidió colaboración.
Ambas organizaciones trabajan para la integración de los menores a través de la expresión artística, como, por ejemplo, con la música. “Sabíamos que la música había ayudado mucho a Cortés y actualmente está ayudando mucho a los niños de ambas oenegés”, explicaba ayer a La Vanguardia Carlos Sánchez-Llibre, gerente de Tomando Conciencia y codirector, junto con Josep Badell, del documental México Flamenco.
Esta fue, pues, la génesis de este documental, producido por La Cafetera Productions y avalado principalmente por la Fundación Jesús Sierra, que se estrenó el pasado día 5 de junio en el Espai Cultural Font de la Mina. “Es un trabajo que explica cómo, a través de su proceso de producción, Cortés conoce los dos proyectos, se enamora de ellos y los integra dentro de su proyecto comercial. Él es el protagonista”, afirma Sánchez-Llibre. El filme, al mismo tiempo, muestra la hermandad de los dos colectivos a través de la música: el colectivo gitano de Sant Adrià de Besòs y la colonia Cuautepec de México. En el proyecto, además de Cortés, han participado personalidades como Negri o Moncho. ca que, en definitiva, los ayuda a salir adelante en situaciones difíciles.
El trabajo de Antonio Cortés, sin embargo, ha ido más allá. Ha producido un CD, México Flamenco Junior, registrado íntegramente por los niños mexicanos y los niños catalanes. Este CD se vende junto con el documental y todos los beneficios irán destinados a las dos organizaciones. “Si algún día se pasa por televisión o gana un premio, todos estos beneficios también los destinaríamos a los proyectos”, ha explicado Sánchez-Llibre. Además, la última canción del reciente CD de Cortés, denominada México en la piel, ha sido interpretada tanto por niños mexicanos como catalanes.
Lo más curioso del proyecto es que a pesar de la fusión constante de las dos oenegés y de los niños, tanto en el documental como en los dos CD, no se han encontrado nunca todavía cara a cara. “Actualmente, las tecnologías hacen maravillas, pero esperamos que algún día los dos colectivos se puedan encontrar”, ha dicho Sánchez-Llibre.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)