Como siempre suelo decir, aunque mis apellidos suenen extranjeros, soy canaria. Me dirijo a esta sección pues veo que en España la gente no se da cuenta a veces del mal que está haciendo por muy poco que sea.

Me explico: acabo de llegar a Torrepacheco, con muchas ganas y mucha ilusión de empezar de nuevo una vida que en Ferrol (Galicia), no puede tener por diferentes causas. Y me he llevado una sorpresa enorme. Entré en un bar con un amigo marroquí que tengo y pedimos dos cafés, y la camarera nos dijo que, «por política de empresa», no nos podía servir.

¿Alguien me podría decir a qué es aplicable algo así en un bar al cual nunca he ido y donde no me conoce nadie? Voy bien vestida, limpia, me pongo perfume y desodorante después de la ducha. Mi amigo, tres cuartos de lo mismo. No armamos escándalo; simplemente queríamos tomarnos un café…. Y yo me pregunto: ¿en un bar, cómo se aplica la ‘política de empresa’ y en base a qué?

¿Y cómo puede ser que en este siglo todavía sigan ocurriendo cosas como estas? Si estuviéramos en la época de ‘Kuntakinte’, lo entendería, pero hoy no es entendible ni aceptable, pienso yo, éste tipo de comportamiento.

Desde aquí quiero hacer una llamada de atención a todas aquellas personas que tienen un poco de sentido común, para que vean que las negras, aunque estén en su país, siguen viviendo el racismo y, lo que es peor, en todas las escalas.