DANIEL G. SASTRE / Barcelona
Pese a que el congreso que el PP
catalán celebrará los días 5 y 6 de
mayo se prevé mucho menos convulso
que el anterior, la ponencia
social dará que hablar. Si el anterior
cónclave alcanzó cotas de emoción
impropias de este tipo de actos de
partido, con una apretada lucha entre
Alicia Sánchez-Camacho y
Montserrat Nebrera por las riendas
de la formación, en esta ocasión
son los planteamientos populares
sobre la inmigración los que, de entrada,
llamanmás la atención.
El principal polemista del PP catalán
en ese ámbito, el acalde de
Badalona Xavier García Albiol, es
uno de los redactores de la ponencia
social, y ayer explicó que el
partido piensa pedir al presidente
del Gobierno español, Mariano Rajoy,
que establezca «un cupo» para
la entrada de inmigrantes. Además,
el texto que se llevará al congreso
–que aún puede ser modificado
con enmiendas– solicita «establecer
como requisito para
acceder a determinadas ayudas sociales
la residencia de larga duración,
manteniendo el derecho de
las personas a los servicios sociales
básicos».
García Albiol no se explayó en
cuanto a qué ayudas deberían recortarse
a los recién llegados. Pero
sí puso un ejemplo: el acceso a las
viviendas de protección oficial. «La
ley marca unas diferencias entre
los servicios sociales básicos y los
no básicos. Los primeros son universales,
pero para los segundos
creemos que debería acreditarse
un tiempo de residencia», afirmó.
En cualquier caso, la idea sería
más novedosa si se aplicara en
otros campos, porque desde hace
tiempo los ayuntamientos circunscriben
el acceso a la vivienda protegida
a los ciudadanos que llevan
un tiempo empadronados en la localidad,
aunque no sean de nacionalidad
extranjera. Además, la caída
del precio de los pisos del mercado
privado hace cada vez menos
atractiva la oferta pública.
La ponencia social del PP catalán
también establece que es necesario
«adaptar la inmigración a
nuestra capacidad real de acogida,
que no es ilimitada». Pero esa competencia
se escapa al ámbito de un
congreso autonómico. «Los ayuntamientos
no podemos poner cupos,
pero el Estado sí. Nuestra capacidad
de recibir gente de fuera
es limitada, y me parece que este
planteamiento es el que ya se está
haciendo por parte del Gobierno
central», afirmó García Albiol.
A la espera de que se desvele el
contenido, en los próximos días, la
ponencia política, otros dirigentes
del PP catalán presentaron textos
en los ámbitos económico y organizativo.
El primero se ha encargado
aManuel Reyes, alcalde de Castelldefels
y otra de las figuras –junto
a García Albiol– de gran
proyección en el partido.
Reyes defendió el modelo tradicional
de su partido –«libertad
frente a intervencionismo»– y afirmó
que, aunque la situación económica
obligue ahora al PP contra
sus principios a subir algunos impuestos,
esos incrementos deben
ser «selectivos y temporales».