X. SICCARDI / Barcelona
Los Mossos d’Esquadra y la
Guardia Urbana han detenido a
tres presuntos proxenetas del
barrio del Raval de Barcelona,
después de que dos víctimas les
señalasen como autores de las
coacciones, amenazas y palizas
que les propinaban. Estas personas
fueron detenidas entre la semana
pasada y el lunes, y la operación
se enmarca en la voluntad
del Ayuntamiento de
«trabajar para abordar el fenómeno
de la prostitución en la
ciudad», actuando contra estas
mafias, explicó la alcaldía mediante
un comunicado.
La primera detención tuvo lugar
el 19 de marzo y fue a una
mujer centroamericana, a la que
la policía acusa de «coaccionar y
amenazar a una mujer intentando
lucrarse quitándole los beneficios
de ésta ganaba ofreciendo
sus servicios sexuales en la vía
pública». Los investigadores realizaron
una serie de vigilancias
para confirmar su denuncia y
pudieron comprobar que la víctima
tenía miedo de salir a la calle
por si la agredían. El Ayuntamiento
explicó que ahora la
agresora, tras pasar a disposición
judicial, tiene prohibido
acercarse amenos de 25 metros
de su víctima y comunicarse con
ella hasta el día del juicio.
Al día siguiente del primer
arresto, la Urbana encontró a
otra prostituta en la calle Robadors
que llorabamientras se escondía
para que no la vieran. La
joven, de la Europa del este, explicó
a los agentes que llevaba
poco tiempo en Barcelona y que
llegó engañada por una falsa
oferta de trabajo. La realidad fue
que debía conseguir diariamente
un mínimo de 200 euros. Si no lo
hacía, «recibía palizas y vejaciones
de todo tipo» y sus captores
habían llegado a amenazar a su
familia. Otras dos personas fueron
detenidas por estos hechos, y
la última de ellas fue arrestada el
lunes. El Ayuntamiento reiteró
ayer su compromiso de presentarse
como acusación en todos
los casos de explotación sexual y
animó a las víctimas a denunciar.