Especialista en terrorismo islamista, Anne Giudicelli trabajó durante nueve años para el Ministerio Asuntos Exteriores francés antes de fundar su propia consultoría de seguridad, Terrorisc.

¿Encaja Merah en el perfil del yihadista europeo, sobre el que usted tanto ha escrito? El perfil ha ido evolucionando. En Madrid los terroristas eran extranjeros y justificaron su acto por la guerra en Iraq. Los atentados de Londres marcaron un cambio. Eran nacidos y educados en Inglaterra y se formaron en Pakistán. Los servicios de seguridad se dan cuenta que deben vigilar a la gente que viaja a donde hay campos de entrenamiento, aunque su estilo de vida sea de lo más banal. Ya desde Mohamed Atta (terrorista del 11-S, jefe de la célula de Hamburgo), el yihadista lleva una vida a la occidental como forma de clandestinidad y es cada vez menos detectable.

Merah había viajado a Pakistán y Afganistán. Sí, en su dossier había elementos suficientes para hacer saltar las alarmas. Hay que ser prudente, pero de acuerdo con la información que tenemos de momento, no sólo se sabía de sus viajes, sino también había estado en la cárcel, uno de los cinco o seis principales vectores de reclutamiento que existen. Hay muchos interrogantes, pero el problema es que esto ha sido un caso político desde el principio y será muy difícil esclarecerlo.

¿Qué lección hay que sacar? Las medidas anunciadas por Sarkozy van en la misma dirección de siempre y prueban que no se ha aprendido la lección. Después de cada atentado se añade una nueva capa de seguridad, los mecanismos legales y de represión se endurecen un poco más. Y, cada vez, las redes terroristas demuestran su capacidad de adaptación y encuentran una forma de sortearlas. Por ejemplo, reclutando a gente en suelo europeo cuando el control fronterizo hace imposible enviar un comando de fuera. La lucha antiterrorista con un enfoque únicamente represivo es ineficaz porque deja de lado el problema de fondo, la raíz del mal: las fracturas sociales que hacen que alguna gente sea muy receptiva al discurso yihadista y se haga terrorista. Hay mucho trabajo que hacer para fortalecer la cohesión social.

¿Afectará a la campaña? Habrá un llamamiento a aumentar la seguridad. Me preocupa el impacto sobre los ciudadanos musulmanes, que se han sentido muy incómodos con la cobertura mediática. Durante 48 horas, Francia se ha detenido en una transmisión en directo. Es mucho espacio de televisión por llenar y se han dicho toda clase de disparates. El discurso preferido ha sido decir que no hay que caer en la amalgama y la estigmatización, para acto seguido exhibir la peor franchutería, en comentarios que fracturan al dejar entender que hay dos tipos de ciudadadanos: los franceses de verdad y, luego, los musulmanes. Sarkozy ha perdido el voto musulmán.

¿Pero localizar al asesino en dos días no es un éxito? Eso sí, pero que llegara tan lejos ha puesto en evidencia la fragilidad del sistema. Insisto, el dossier de Merah tenía todos los elementos para detectarlo. No se entiende cómo ni siquiera se aplicó lo que se llama hostigamiento policial, que es hacer saber a una persona que está siendo vigilada para que no se atreva a montar una red terrorista.