El presiente francés, Nicolas Sarkozy, justificó hoy su voluntad de revisar el Tratado europeo de Schengen por las «fronteras porosas» entre Grecia y Turquía y porque quiere reducir la inmigración en Francia a la mitad para garantizar la preservación de su sistema social.

«Hay 135 kilómetros de fronteras porosas entre Grecia y Turquía», denunció Sarkozy en una entrevista a la emisora de radio «Europe 1» al ser preguntado por su anuncio de que si es reelegido en la segunda vuelta de las presidenciales el 6 de mayo exigirá una revisión en un año del Tratado de Schengen sobre la libre circulación de personas en Europa y si no retirará a su país.

Insistió en que «si hemos hecho Europa es para protegernos» y en que eso significa que las fronteras exteriores de la UE deben cumplir su papel de evitar la entrada de inmigrantes irregulares.

Por otro lado, Sarkozy reiteró su promesa de que si gana los comicios presidenciales en su nuevo mandato se reducirá «a la mitad» la entrada de inmigrantes regulares, que actualmente rondan los 180.000 anuales.

«Nuestro sistema de integración ya no funciona» y «si aceptamos a demasiada gente, no podremos integrarlos», advirtió antes de repetir las nuevas reglas de entrada que quiere imponer a los inmigrantes, en particular que tendrán que aprender francés antes de llegar, justificar un domicilio y un trabajo.

Igualmente confirmó que para beneficiarse del subsidio social más frecuente, el RSA, se deberán tener diez años de residencia en Francia y haber cotizado durante cinco.

Sarkozy descalificó la propuesta de su principal rival, el candidato socialista François Hollande, de suprimir en la Constitución la alusión a las razas en los principios de lucha contra la discriminación. «El ridículo supera los límites», dijo.