Sarkozy amenaza con cerrar la frontera francesa

Exige cambiar el Tratado Schengen para controlar mejor la entrada de inmigrantes

El Mundo, JUAN MANUEL BELLVER, 12-03-2012

Nicolas Sarkozy quiere cambiar Europa. El jefe del Estado francés, que se postula estos días para la reelección, sugirió ayer durante su esperado mitin multitudinario de Villepinte (Seine-Saint Denis) que el acuerdo de Schengen debería ser «revisado» debido a «la gravedad de la situación» causada por los flujos migratorios descontrolados.

Ante más de 50.000 entusiastas militantes de la Unión por un Movimiento Popular (80.000 según la organización), el candidato-presidente repasó su ideario político en un tono populista que recordaba su campaña de 2007. También hizo balance personal de este quinquenio en el Elíseo («he comprendido y he aprendido») y, sobre todo, lanzó unas cuantas de esas bombas electorales con las que se propone acortar, en apenas mes y medio, la distancia que aún le separa en los sondeos del socialista François Hollande.

La más llamativa de esas ideas fue, por supuesto, la que se refiere la libre circulación de las personas entre los países de la Unión Europea y otros estados adheridos al Tratado de Schengen. «Nadie cambiará jamás mi ideal europeísta y mi fe en que la UE es lo mejor para la paz y la reconciliación», advirtió antes de entrar en materia. «Hemos salvado Europa y hemos salvado el euro, pero ahora hay que extraer las enseñanzas de la crisis».

Para el líder conservador, Europa «no puede estar a merced de los mercados y debe unificar su reglamentación sobre los extranjeros y el derecho de asilo». «Hace falta un gobierno político de Schengen, del mismo modo que hay uno económico de la Eurozona. Y debemos poder sancionar o expulsar a aquellos estados que no cumplan. Si, en la actual situación, Europa no controla las entradas en su territorio, no podrá acoger dignamente a los que llegan y no podrá financiar su protección social», dijo. Sarkozy amenazó también con abandonar el Tratado de Schengen si en 12 meses no se inicia una reforma para que todos los países apliquen los mismos criterios en el control de las fronteras.

Así que para conseguir que se haga realidad su eslogan de estos comicios, «Por una Francia fuerte», el campeón de la UMP ha concluido que necesita una Europa igualmente fuerte. Y para lograrlo, sueña ya con una Unión Europea versión 2.0 que haga respetar sus fronteras, defienda sus intereses y se preocupe más de sus ciudadanos que de los vaivenes financieros. Ideas proteccionistas que los politólogos se apresuraron a comparar con el programa ultranacionalista de Marine Le Pen, pero también con el de Jean-Luc Mélenchon (Partido de Izquierda) e incluso con las proclamas antiglobalización del socialista Arnaud Montebourg durante las pasadas Primarias Ciudadanas.

Según un sondeo realizado por Ifop en verano de 2011, el 75% de la población considera que la apertura de las fronteras ha sido perjudicial para el empleo en Francia y el 65% desea aumentar las tasas a los productos de los países emergentes. El 80% de los partidarios de gravar las mercancías de importación cree que debe ser una medida europea. Y si la UE no estuviera de acuerdo, el 57% de los ciudadanos aprobaría que Francia tomara estas medidas por su cuenta. Aunque se trata de una encuesta antigua, se ve que Henri Guaino, Emmanuelle Mignon y el resto de los ideólogos de la campaña la conocen al dedillo.

Dentro del mismo paquete de proposiciones sorpresa para defender la República, Sarko se refirió también al libre mercado y los partenaires de Francia, explicando que estos deberán cumplir en el futuro con ciertos compromisos en materia de derechos laborales, ecología, igualdad de monedas y derechos humanos, en una clara alusión a China y los BRICS. Y, ya lanzado, anunció que si resulta elegido en los próximos comicios, su Gobierno propondrá a la UE una Buy European Act similar a la Buy American Act; es decir, una cláusula que favorezca el consumo de productos locales y reserve una parte de todos los contratos públicos a las pymes del Viejo Continente.

«Desde 1933 en Estados Unidos, el país más liberal del mundo, las administraciones y empresas estatales sólo trabajan con proveedores nacionales. Y aquellas compañías que se benefician de subvenciones públicas se ven obligadas a hacer lo mismo… Europa ha abierto todos sus mercados y los otros no han abierto ninguno», evocó el candidato.

«Europa es una realidad y no idea. No es un tema de coloquio para intelectuales narcisistas», dijo en clara alusión a la intelligentsia de la rive gauche parisina que apoya al Partido Socialista. «Me atacarán, pero no me importa. Es hora de decir las cosas como son. Tenemos dos meses para hacer triunfar la verdad».

«Sarkozy presidente», coreaban los miles de seguidores reunidos en el Hall 6 del Parc des Expositions de este municipio al norte de París, satisfechos con el discurso del aspirante, que accedió al recinto por un largo pasillo, estrechando manos «como Johnny Hallyday en su concierto del Parc des Princes», apuntaban en BFMTV, y habló durante más de una hora, en medio de un inmenso escenario circular iluminado con los colores de la bandera tricolor.

Más de tres millones de euros dicen que se ha gastado la UMP en el que Éric Bonnet del instituto CSA y otros expertos consideran el mitin decisivo de esta campaña, organizado al estilo de EEUU en un almacén de 46.000 metros cuadrados. Con una diferencia de 29% contra 27% a favor de Hollande en el último sondeo, la opinión general era que Sarko se jugaba la reelección en Villepinte.

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