Por primera vez en 10 años son más los que se van que los que se vienen. La población extranjera que vive en Cataluña descendió en 12.686 personas en 2011, pasando a ser de 1.185.852, según los datos publicados ayer por el Instituto Catalán de Estadística (Idescat), que se basan en las cifras oficiales del padrón de 2011. La comunidad sudamericana ha sido la que ha experimentado un mayor número de abandonos, mientras que los ciudadanos procedentes de países asiáticos han sido los que más han aumentado su presencia en la comunidad autónoma.

En el año 2000 solo había 181.000 extranjeros en Cataluña, lo que significa que en la última década el dato aumentó en alrededor de un millón de personas. El origen de los ciudadanos extranjeros que se han venido a vivir a Cataluña es mayoritariamente asiático, aunque los primeros puestos se reparten entre los procedentes de Pakistán (7.804), Rumanía (3.248) y Marruecos (3.039).

En el lado opuesto, el de los que abandonan, Ecuador destaca por encima de los demás países con 9.916 extranjeros menos. Le siguen Colombia (3.373), Bolivia (3.004) y Argentina (2.953).

Cataluña acapara el 21% del total de extranjeros de nuestro país y concentra mucha más población paquistaní, india y hondureña que el resto de España. Por otro lado, de los 20.000 residentes británicos en suelo español, únicamente el 5% viven la comunidad catalana.

Ell Alt Empordà es la comarca que tiene una proporción más elevada de ciudadanos extranjeros

La población masculina, con 10.000 inmigrantes menos, ha sufrido una frenada mucho más agresiva que la femenina, con alrededor de 2.000 mujeres menos.

La comarca del Alt Empordà es la que tiene una proporción más elevada de ciudadanos extranjeros, con el 28% de su censo, en el que figuran el 28% de marroquíes y el 13% de franceses. Le sigue Segarra, con el 26% de inmigración, el 29% de ella de procedencia rumana y ucraniana. Los municipios de Castelló d’Empúries (Alt Empordà) y Guissona (Segarra), con el 50% de población extranjera, Sant Pere Pescador (Alt Empordà), con el 39%, y Cervera (Segarra), con el 23%, son los pueblos catalanes con más residentes extranjeros. Ripollès y Berguedà, con el 9% y el 10% de inmigración, respectivamente, son las dos comarcas con menos ciudadanos extranjeros.

Los datos revelados ayer por el Idescat sustituyen a los publicados a principios de febrero, puesto que estos eran “estimaciones avanzadas de población calculadas a partir de previsiones de nacimientos y defunciones”, según informó ayer una portavoz del organismo.