Arganda / Por orden de Interpol

Detienen a Celemín, el joven sicario colombiano de la 'oficina de cobros'

El Mundo, P. HERRAIZ, 09-03-2012

La Policía Nacional ha detenido en Arganda del Rey a Jonathan Andrés Zuluaga Celemín, un sicario de 27 años reclamado por las autoridades colombianas. El arresto, según la Dirección General de la Policía, se produjo tras recibir una orden internacional de detención de Colombia.

El caso de Celemín es el de un sicario arrestado antes de que empezara a matar. O al menos en España, porque en Colombia le reclaman por su supuesta relación con el grupo de la Oficina de los Rastrojos, un grupo de sicarios muy activo al que se achacan más de 100 asesinatos.

Celemín, según las autoridades colombianas, había entrado en España de manera ilegal. Los contactos entre los enlaces policiales alertaron al Grupo II de Crimen Organizado de la Udyco Central, que se encargó de su busca.

Fuentes de la investigación explicaron ayer que la llegada a Madrid de Celemín fue detectada hace un año más o menos. Gracias a sus huellas dactilares se descubrió que había entrado con un nombre falso y un pasaporte venezolano.

También se supo que se había casado con una española para obtener la nacionalidad y legalizar su estancia, aunque se trataba de un matrimonio de conveniencia.

Jonathan Andrés estuvo viviendo en Madrid durante los primeros meses de su estancia, pero mientras finalizaban los trámites de Interpol para enviar la orden de detención se perdió su pista por u tiempo.

Los agentes de la Udyco Central lo arrestaron el pasado 6 de febrero en un taller mecánico de Arganda del Rey, aunque hasta ayer no se supo. Se sospecha que el cártel del Norte del Valle, para el que trabajaba, quería montar en Madrid una oficina de cobros para ajustar cuentas de drogas y dedicarse también al narcotráfico. Sin embargo, no lo llegó a conseguir, que se sepa. Precisamente, los jefes de ese cártel colombiano habían decidido enviar a Celemín a España tras la desarticulación en 2008 de la oficina que tenían en Madrid.

Esa oficina, liderada por Leonardo Dávalos, alias Pampo, fue desmantelada durante una investigación de Homicidios de la Guardia Civil, que se unió a otra de la Udyco Central. Se estaba investigando el asesinato de un colombiano en Ciempozuelos, al que mataron estos sicarios en un barreño de ácido sulfúrico y clorhídrico. El año pasado fueron condenados.

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