Los directores de «Intocable» desvelan las claves de la película

«Le tenemos fobia a aburrir al público» , afirman Olivier Nakache y Eric Toledano

ABC, , 09-03-2012

Con 18 millones de espectadores en Francia, «Intocable» se ha convertido en uno de los grandes éxitos del cine europeo de los últimos tiempos. La historia, basada en hechos reales, cuenta la amistad entre un aristócrata postrado en una silla de ruedas (papel interpretado por François Cluzet) y su cuidador (Omar Sy), inmigrante de un barrio marginal y ha tocado la fibra del público y consagrado a sus directores y guionistas, Olivier Nakache y Eric Toledano, autores de otros títulos de éxito como «Aquellos días felices» o «Y tan amigos».

-¿Cómo dieron con la idea de «Intocable»?

-(Olivier Nakache): Había que retroceder a 2003. En cierta velada, estuvimos viendo un documental que nos marcó: «A la vie, a la mort». Trataba sobre un muy improbable encuentro entre Philippe Pozzo di Borgo (Cluzet), que se había quedado tetrapléjico tras un accidente practicando parapente, y Abdel (Sy), un joven procedente de las viviendas sociales contratado para cuidarle.

-¿Por qué pensaron en François Cluzet para el papel de Philippe?

-(O.N.): En un inicio, buscábamos para este papel una diferencia de edad muy marcada con Omar Sy, que da vida al cuidador y con el que habíamos trabajado anteriormente. Ello implicaba a actores de cierto calibre. Pero gracias a su agente nos enteramos de que François había leído el guión sin que nosotros lo supiéramos. Y entonces pidió que nos encontráramos. Y eso precipitó todo.

-(Eric Toledano): Su inmediato entusiasmo fue suficiente para que quisiéramos trabajar con él. Por ejemplo, cuando explicó que quería experimentar las situaciones y no simplemente interpretarlas. Luego, al ir conociéndole poco a poco, comenzamos a estar ansiosos por ver la electricidad que se generaría en su encuentro con Omar, que, como él, vive las situaciones más que interpretarlas. Fue mucho más allá de lo que nos esperábamos.

-El trabajo de Omar Sy es asombroso, de hecho ganó el César al mejor actor por este filme…

-(E.T.): Totalmente. Omar no dejaba de sorprendernos en todo momento. Tomó la iniciativa de perder 10 kilos y aumentar su musculatura sin que se lo hubiéramos pedido, simplemente porque, en su mente, un tipo de las viviendas públicas tenía que ser más delgado que él en la vida real. Cuando le vi aparecer con la cabeza rapada, vestido con una sudadera con capucha y una chaqueta de cuero, me quedé pasmado por el modo en que había evolucionado hacia el personaje tan hábilmente y por su cuenta.

-(O.N.): Verle aparecer en el plató con la cabeza rapada y ese aspecto nos dejó noqueados. Es impresionante lo que ha hecho.

-¿Sintieron el peso de la responsabilidad de estar rodando una historia real?

-(E.T.): Sí, pese a que nos sentíamos totalmente libres. No estábamos rodando un documental, así que no teníamos límites. Tras leer los distintos borradores del guión, el auténtico protagonista nos dijo que había ocasiones en las que incluso nos habíamos aproximado mucho a los hechos reales, inlcuso fuimos invitados a su fiesta de aniversario sorpresa, con toda su familia. Fue un momento muy especial, conmovedor.

-¿Hubo secuencias que les diera miedo o reparo rodar?

-(O.N.): En el plató, cada día, hay algo que te da miedo…

-(E.T.): Tal vez las escenas con la silla de ruedas, que Omar tiene que posicionar antes de llevar a François hasta ella y sentarle en la misma; la escena en la que François sufre de «dolores fantasmas» como si sus extremidades volvieran a la vida. En este último caso, no nos sentimos con autoridad suficiente como para orientar a François, por lo que estábamos bastante tensos. Las otras escenas complicadas fueron aquéllas con muchos extras.

-(O.N.): Y entonces, se nos planteó un problema prioritario: el rodaje de las persecuciones de coches. Aquellos fueron momentos demenciales, aunque nos embargaba mayor excitación que estrés.

-Aunque ustedes ya eran cineastas populares, es de suponer que el éxito de «Intocable» supera a cualquier previsión, ¿no?

-(E.T.): Totalmente. «Aquellos días felices» triunfó en taquilla pero esto es muy distinto.

-(O.N.): La clave del éxito es que le tenemos fobia a aburrir a nuestro público. Aunque esta sea una historia centrada en dos personajes, también hay secundarios extraordinarios para evitar correr ese riesgo. Y el componente emocional que plantea el filme es totalmente universal. La gente está deseando emocionarse en el cine.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)