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La violencia, materia de estudio

700 ertzainas reciben formación para enfrentarse mejor a los casos de violencia a mujeres inmigrantes

Diario de noticias de Gipuzkoa, donostia, iraitz astarloa, 09-03-2012

incidir en las especificidades que tienen las mujeres inmigrantes que, además, son víctimas de violencia de género, para poder mejorar en la atención y protección de estas personas. Este es el objetivo de los cursos formativos que desde finales de 2009 viene impartiendo el Servicio Vasco de Integración y Convivencia Intercultural, Biltzen, en distintos ámbitos y asociaciones, y que desde el pasado martes y hasta el próximo 29 de junio están recibiendo 700 ertzainas que trabajan, directa o indirectamente, en materia de violencia de género.

“La formación siempre tiene que ser bienvenida. Necesitamos reciclarnos, adaptarnos, intercambiar información y opinión con otros agentes. En este caso, los cursos suponen un plus al aportar una contextualización cultural de la situación de las mujeres inmigrantes víctimas de violencia de género, lo que permite afrontar las situaciones de maltrato teniendo en cuenta esos contextos culturales específicos que pueden ser tan importantes”, presenta Jeanne Rolande Dacougna, técnica de Biltzen y una de las responsables en impartir estos cursos.

Las ocho horas de las que consta el cursillo se reparten en dos jornadas de cuatro. La primera sesión presenta un mapa general de las asociaciones de mujeres inmigrantes que hay en Euskadi, lo que estas asociaciones aportan a las propias inmigrantes y a la sociedad vasca. Además, se estudia la interrelación de la Ley de Extranjería con la Ley Integral de Violencia de Género. “Se trata de una sesión más jurídica, en la que se explica la importancia que tiene la Ley de Extranjería en cualquier ámbito de la vida del inmigrante”, explica Dacougna. “Esto es muy importante porque nos sirve para entender por qué las mujeres inmigrantes tardan tanto en poner las denuncias o por qué muchas veces las retiran. Lo que no reparamos es en que si una mujer gana una sentencia las consecuencias pueden ser la retirada del permiso de residencia de su pareja, y muchas veces, pensando en sus hijos, terminan por echarse para atrás”, matiza esta experta. “Las mujeres lo que quieren es que la Policía o los servicios sociales convenzan a su pareja para que deje de maltratarle, por eso no denuncian. Y tampoco se tiene en cuenta las presiones que ejerce la comunidad sobre ellas. No podemos olvidarnos que son mujeres con una red social muy limitada debido a la inmigración”, añade.

Mesa redonda

De todos los puntos cardinales

En la segunda jornada de cursillo se celebra una mesa redonda en la que participan mujeres de todos los colectivos culturales sobre los que se trabaja, es decir, el Magreb, África negra, Europa del Este y Latinoamérica. “Se trata de mujeres que son parte de estos colectivos pero que, además, están formadas, por lo que conseguimos una información de primera mano de mucha calidad”, indica Dacougna.

Además, estos cursos ofrecen pautas de actuación al tratar con una mujer inmigrante que está siendo maltratada. “Tener en cuenta las especificidades culturales de estas mujeres ayuda a mejorar la atención que se les presta”, asegura la técnica.

Después de haber impartido cursillos en distintas instituciones y asociaciones, Dacougna valora muy positivamente la experiencia. “Estamos muy contentos porque la calidad de los cursos es muy buena y la valoración de los mismos está siendo muy, muy, buena”, sentencia.

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