‘Tiendas Breivik’

La presión ciudadana obliga a una cadena alemana de productos neonazis a cambiar el nombre de uno de sus locales, Brevik, homenaje encubierto al asesino. Las trece tiendas neonazis tienen nombre de ciudades noruegas y Brevik es una de ellas

La Vanguardia, RAFAEL POCH, 08-03-2012

Precipitado cambio de rótulo en la Müllerstrasse de Chemnitz, tercera ciudad de Sajonia, donde una tienda de la cadena Thor-steinar, que vende ropa y complementos para neonazis, llevaba el nombre de Brevik. Cada una de las trece tiendas de la cadena lleva el nombre de una ciudad noruega. La que tienen en Chemnitz se llamaba inocentemente Brevik, población noruega de 2.700 habitantes cuyo nombre coincide con el de Anders Behring Breivik, el asesino que el pasado verano mató a 77 personas.

Muchos habitantes de Chemnitz consideraron que el nombre de la tienda era un guiño al criminal, de confesada ideología neonazi. La fachada del local fue blanco de huevos y bolsas con pintura roja. El Ayuntamiento estudiaba acciones legales y la embajada noruega en Berlín insistía en su protesta por el uso de su bandera y sus ciudades en tal contexto.

Ayer, la empresa cambió el rótulo y donde decía Brevik, ahora se lee Tonsberg, otra ciudad noruega. “No contábamos con tal asociación”, dice un portavoz de la empresa haciéndose el sorprendido.

El país escandinavo no tiene nada que ver con Thor-steinar, una empresa alemana propiedad de un grupo árabe de Dubái, de ahí que algunos neonazis la boicoteen por considerarla impura. Sus productos está prohibido llevarlos en el Bundestag, en algunos parlamentos regionales y universidades.

Chemnitz tiene 250.000 habitantes y hasta 1990, por estar dentro de la Alemania del Este, se llamó Karl Marx Stadt. La presencia neonazi es notable. Allí tiene su sede federal el partido neonazi NPD. La célula terrorista neonazi NSU –con una decena de asesinatos a sus espaldas– se fundó en Zwickau, que está a cuatro pasos. Sus tres componentes vivieron casi diez años en esta zona porque tenían una red de apoyo, según explica la alcaldesa de Chemnitz, Barbara Ludwig, del SPD. Once de las 13 tiendas de Thor-steinar están en Alemania del Este.

“No es que la ciudad sea más facha que otras –dice Uwe Dziuballa, propietario de un restaurante judío–, pero introducir aquí otra cultura lleva tiempo”. Dziuballa explica que su local ha sufrido un centenar de agresiones.

Chemnitz fue destruida en 1945 por las bombas aliadas. El lunes se celebró el aniversario de la destrucción y, como cada año, los neonazis salieron a la calle en señal de duelo, protegidos por los antidisturbios y acosados por los antifascistas, que siempre les superan en número. Hubo 200 fachas y 5.000 contramanifestantes. Escenas similares se vieron en Dresde, Magdeburgo, Dessau, Plauen y otras ciudades.

El incidente de la tienda Brevik, los ataques al restaurante judío y los asesinatos de inmigrantes turcos a manos de la NSU –autora también de decenas de atracos y alguna bomba que mantuvo a la policía en el limbo durante once años– han dado particular relieve a la jornada de duelo neonazi.

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