La Policía ha detenido a siete personas en el distrito Centro por traficar con drogas, acusadas de un delito contra la salud pública. Según la Jefatura de Madrid, esta banda formaba la organización más activa en venta al menudeo de estupefacientes en todo el barrio de Lavapiés.

Fuentes del caso detallaron que estos vendedores, que estaban asentados en un piso de la calle Tribulete, quizá eran el grupo que más droga vendía en todo el distrito. Gente de todas partes de la ciudad acudía a comprar allí porque, según la investigación, el negocio estaba muy bien montado.

Los vendedores tenían papeles distribuidos igual que en los poblados de chabolas donde se trafica, es decir: unos se dedicaban a vender dentro de la casa, mientras en la calle otros captaban clientes y otros vigilaban por si venía algún policía.

Los detenidos son todos africanos. Seis de ellos son senegaleses y el séptimo es oriundo de Sierra Leona. Fuentes policiales dijeron que todos tienen numerosos antecedentes por delitos de todo tipo.

La investigación, llevada a cabo por agentes del Grupo II de la Policía Judicial de la comisaría de Centro, ha sido compleja y ha durado al menos dos meses. El principal problema, explicaron fuentes del caso, es que la calle y el lugar donde estaban asentados los vendedores eran muy difíciles de vigilar.

Hachís y marihuana

Las pesquisas comenzaron porque los vecinos de la zona presentaron numerosas quejas en la comisaría de Leganitos, y gracias a ellos se conoció la existencia de este punto de menudeo. Los detenidos se dedicaban sobre todo a vender hachís y marihuana, dijo la Jefatura de Policía. Además, explicaron que el punto de venta funcionaba 24 horas al día.

Durante las detenciones se produjo una refriega con los agentes, porque los sospechosos se revolvieron para evitar su arresto. Tres policías resultaron heridos de carácter leve, sólo con algunas contusiones, y además se rompió la luna de un coche patrulla.

Aunque los detenidos son africanos, se cree que también tenían a algunos marroquíes trabajando para ellos, ya fuera captando clientes o haciendo labores de vigilancia.

Dentro del piso donde se vendían las sustancias, que era de difícil acceso, se encontraron cantidades sin determinar de hachís, marihuana y sustancias típicas de corte para adulterar droga.