La banda que 'blanqueó' 60 millones defraudó otros 18 millones a Hacienda

La Verdad, M. C. SÁNCHEZ, 06-03-2012

Uno de los detenidos hace un gesto desafiante a los periodistas en su traslado al juzgado. :: RAFA MOLINA

La Policía Nacional rindió ayer cuentas de la desmantelación de una red de blanqueo que evadió unos 60 millones de euros a China y que tiene elementos propios de una auténtica trama mafiosa: guardaespaldas rumanos, palizas por encargo e incluso un intento de secuestro frustrado. En esta operación policial se ha detenido a 23 personas, dos de ellas en Los Alcázares. Se trata de un mexicano de 63 años y de una mujer, natural de los Países Bajos y de 47 años. Fuentes policiales informaron ayer de que a este volumen de dinero defraudado se suma una deuda tributaria de otros 18 millones de euros.

La operación policial, desarrollada el pasado 15 de febrero en Alicante y en los municipios de Petrer, Benidorm, Elda y Elche, así como en Los Alcázares, permitió el arresto de 23 personas. Además, según fuentes policiales, el juez instructor ha bloqueado de forma cautelar los saldos de las cuentas bancarias de las personas investigadas, además de depósitos, valores, títulos, acciones y otros activos financieros.

A través de diferentes mercantiles, la red logró ocultar unos 60 millones de euros del control de la Hacienda Pública. Para ello, el presunto responsable de la trama utilizaba empresas y testaferros para coordinar los negocios y las transferencias de dinero procedente supuestamente de beneficios no declarados de empresarios asiáticos.

Los investigadores de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de Alicante tuvieron que precipitar esta operación al descubrir que el mexicano asentado en Los Alcázares había contratado a dos rumanos y un magrebí para raptar al presunto cabecilla de la trama, el empresario de la localidad alicantina de Petrer Alejandro Rico. Ambos habían sido socios, pero sus desencuentros comenzaron cuando el mexicano intentó jugársela al presunto líder del entramado.

Éste no es el único episodio de enfrentamiento dentro de la red. La cruenta guerra interna que acabó de desintegrando esta banda comenzó en septiembre de 2011 y desencadenó una espiral de violencia. A mediados de ese mes, dos de los 23 imputados en esta operación fueron asaltados cuando se disponían a ingresar 350.000 euros en una sucursal de Caja Rural.

Uno de los perjudicados sufrió un ‘secuestro exprés’ a manos de cuatro individuos de una facción rival que no daba credibilidad a la versión del robo. Días más tarde, unos ladrones irrumpieron en la sede de Nepalia, S.L, la empresa de Petrer que los investigadores sitúan a la cabeza del fraude y dirigida por el presunto líder, y se llevaron 400.000 euros, según fuentes cercanas a la investigación. Ese suceso desencadenó todo el resto de episodios violentos, de los que ya informó este diario. Rico envió a dos matones a su socio mexicano.

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