Bertako gaia

"¿Qué producto uso para limpiar?"

aretxabaleta

lleva a cabo un proyecto para formar a mujeres inmigrantes y paradas en el servicio doméstico

Diario de noticias de Gipuzkoa, Anabel dominguez, 03-03-2012

“yo antes de venir a vivir a Aretxabaleta nunca había visto un suelo de madera. Cuando me puse a limpiar el de casa cogí el cubo, el agua y el trapeador (fregona), como había hecho hasta entonces. Hasta que un día mi marido me dijo: si sigues haciéndolo de este modo vamos a tener que cambiar el piso, no lo puedes mojar todo el tiempo”, explica la mexicana Paloma Martínez.

Los artículos y técnicas de limpieza o la cultura del trabajo no es uniforme. Es una cuestión de costumbres que varia de unos países a otros. Así que con el objetivo de homogeneizar criterios, además de facilitar la incorporación al mundo laboral, Aretxabaleta se ha embarcado en un proyecto intercultural que busca formar a mujeres inmigrantes en el servicio doméstico para que puedan afrontar esta actividad “de manera satisfactoria”. El programa también está dirigido a vecinas de la comarca en situación de desempleo.

Paloma Martínez, Carmen Fernández y Auria Diharte son las impulsoras de esta iniciativa que ha recibido el apoyo del Ayuntamiento y Cáritas y que, a pesar de iniciar su andadura en Aretxabaleta, no descarta exportar la experiencia a otras localidades del entorno.

La idea surgió después de conocer más de cerca la realidad del colectivo de inmigrantes a través de la revista Hemen destinada a divulgar información útil y práctica a las personas que llegan de otros países. “El hecho de desconocer los estándares de limpieza, el uso de los productos, las costumbres a la hora de trabajar que existen aquí y otras cuestiones, obstaculiza la inserción laboral de estas mujeres”, considera Martínez, una de las autoras de la citada publicación, que al mismo tiempo incide en la necesidad de “activar laboralmente” a las familias inmigrantes. Esta realidad fue el punto de partida de un proyecto que en vista del incremento de la tasa de paro se abrió a mujeres desempleadas.

Son doce las participantes del curso que arrancó el pasado mes y se prolongará hasta el próximo día 10. Procedentes de Marruecos, el Sáhara Occidental, Bolivia, Perú, Colombia, Murcia, Oñati y Aretxabaleta, estas mujeres asisten a un proceso de formación teórico – práctico que aborda un temario variopinto: los equipos de limpieza, la puntualidad, la indumentaria, la gestión de los residuos derivados de este tipo de labores o los cuidados familiares.

Cultura del trabajo

Puntualidad

Se reúnen en la casa de cultura Arkupe y en las instalaciones de la antigua residencia en el edificio del hogar Basotxo. Luz Mari Rojas coordina una de las clases. Esta colombiana, licenciada en Psicología, hace 20 años que desembarcó en Aretxabaleta. “Coincidió con la crisis de los 90, en un momento tan duro o más que el actual. En esa época era casi imposible que a una persona de fuera le llamaran de una casa para que hiciera las tareas de limpieza o cuidara a ancianos. Yo aproveché para inscribirme en el euskaltegi”, detalla Rojas, que después de haber estado un buen puñado de años vinculada a la sensibilización sobre el Comercio Justo, ahora está estudiando un módulo de auxiliar de enfermería.

La cultura del trabajo es uno de los aspectos que Luz Mari desgrana detalladamente a sus alumnas. “De donde yo vengo la puntualidad en el horario laboral, por ejemplo, no es un factor determinante en una persona que se ocupe de la limpieza doméstica. La trabajadora puede llegar una hora más tarde y luego prolongar su jornada otra hora más”, puntualiza Paloma Martínez, que como promotora de la iniciativa toma parte en el encuentro organizado para elaborar este reportaje.

Una apreciación que corrobora la colombiana Daniela Pedroza. “Aquí a la hora de trabajar hay más puntualidad”, afirma. Valora la puesta en marcha de este cursillo porque es “fundamental” ampliar sus “conocimientos”.

“Yo el vidrio acostumbraba a limpiarlo con el periódico y el trapero en Colombia es diferente a la fregona. Los productos de limpieza no se obtienen como aquí; nosotros utilizamos agua, jabón y amoniaco”, comenta Pedroza que cuida a una mujer mayor enferma de alzhéimer. “Aunque las costumbres han ido cambiando yo recuerdo que en Colombia las casas – no pisos – se limpiaban con la manguera”, añade Rojas.

Susana De la Concepción es de Aretxabaleta. En julio se cumplirán cuatro años desde que ingresó en el club de los parados. “Esta crisis está pegando fuerte”, señala. Ha hecho un poco de todo: “He limpiado casas, cuidado niños, he trabajado haciendo cerraduras, lavadoras…”, enumera. Sin embargo, no agota la esperanza: “Espero que la cosa mejore…”.

Gallega de nacimiento, Aurora Campos se crió en Oñati, municipio al que regresó en 2008 junto a su hija. Al igual que su compañera nunca se ha cerrado puertas: “He hecho pastas y bombones, cerraduras, vitrocerámicas, he cuidado a personas mayores y niños…”, indica sonriente. Está en paro desde 2010 y encara este curso como una oportunidad “para ilustrarme más en el tema de la limpieza”. “Es un modo de demostrar que estamos cualificadas para este trabajo”, agrega De la Concepción.

Inscripción abierta

Cómo beneficiarse del servicio

Lo novedoso de este programa es que la formación se completará con prácticas remuneradas, “porque es una manera de valorar el trabajo realizado” , en los hogares de aquellas familias atxabaltarras con niños de entre cero y cinco meses. “Como madre sé que en estos primeros meses sí que se agradece mucho la ayuda. La organización para llevar a cabo las labores en casa se pierde al querer dedicarle todo el tiempo al bebé”, aprecia Martínez.

El servicio de limpieza gratuito será de un mes (dos días a la semana durante dos horas) y se ofertará después de Semana Santa. Los interesados pueden llamar al teléfono 630 247 871, antes del día 12.

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