El presunto 'asesino de los huertos' se rapa para burlar el cerco policial

La Verdad, J. G. BADÍA/R. FERNÁNDEZ, 02-03-2012

Imagen de T. R. F., el principal sospechoso, en una fotocopia facilitada a la Policía Local. :: LA VERDAD

«En la actualidad está más gordo y se rapó la cabeza tras los hechos. Es de complexión media, un metro y 70 centímetros de altura, aproximadamente. Tez muy morena». Éstos son los tres apuntes que recogen las fotocopias que los agentes de la Policía Local de Murcia, Santomera y Beniel se han grabado a fuego en la mente y que llevan en el salpicadero de sus coches patrulla. Nadie pierde detalle de los ciudadanos marroquíes con los que se cruzan por las calles, locutorios y zonas de huerta de los municipios santomerano y benielense, además de las pedanías murcianas de El Raal y Alquerías y de otras poblaciones del sur de Alicante como La Aparecida.

La imagen ha sido extraída de una fotocopia del pasaporte de T. R. F., un ciudadano de Marruecos que el próximo 7 de abril cumplirá 32 años. Ésta es, a día de hoy, la principal línea de investigación en la que está trabajando la Comandancia de la Guardia Civil de Murcia, desde que el pasado lunes, el ‘asesino de los huertos’ apalease a Mari Carmen Calderón Roldán, de 79 años, y a Fina Meseguer Ruiz, de 64 años, y le arrebatara la vida a golpes a Carmen Gea Marcos, de 69 años.

Una salvajada que perpetró atacando por la espalda a las tres mujeres en el Carril del Rincón de Los Cobos, de la pedanía raaleña, con ayuda de un palo de madera de unos 60 centímetros. La imagen de T. R. F. también ha sido facilitada a los cuarteles de la Guardia Civil de Santomera y Beniel. A ella se ha podido llegar gracias a los testimonios recabados entre ciudadanos marroquíes de estas poblaciones y de otras zonas muy concretas, como el barrio benielense de Rocasa. Sin olvidar la especial aportación de Khalid, un ciudadano marroquí de 41 años que se encontró cara a cara con el ‘asesino de los huertos’ nada más perpetrar la agresión. El testigo, después de prestar auxilio a Mari Carmen, Fina y Carmen, se ofreció a ayudar a las fuerzas del orden público.

Según fuentes de la investigación, el principal sospechoso, T. R. F., podría encontrarse en situación irregular en España y arrastraría una larga ficha de antecedentes delictivos en su país de origen, Marruecos, por agresiones, altercados e incluso algún apuñalamiento. De hecho, su perfil respondería al de una persona extremadamente violenta y que infundía temor entre sus compatriotas en Beniel y El Raal. Tanto, que casi todos mantenían las distancias, debido a su carácter explosivo. De ahí se podría explicar el miedo con el que están conviviendo la hermana y el sobrino del único testigo del caso, Khalid, desde que este hombre prestase declaración en dos ocasiones y accediese a analizar algunas imágenes de sospechosos. Una de ellas, la del principal sospechoso: T. R. F.

También ha prestado declaración ante la Policía Judicial de la Guardia Civil de Beniel una de las dos supervivientes, Mari Carmen Calderón Roldán, vecina de El Raal. A ésta última, la presión mediática, sumada a sus lesiones y a la muerte de Carmen, le terminaron por pasar factura este miércoles, cuando una ambulancia tuvo que trasladarla, primero, hasta el centro desalud de Beniel y, después, al servicio de urgencias del hospital Reina Sofía. «Tenía el azúcar a 300», relataba su marido, Antonio Jiménez. «Ha sufrido demasiado ajetreo estos últimos días y ahora está con tranquilizantres; los médicos nos han aconsejado que tenga mucho reposo».

Fuentes del Instituto Armado han confirmado que todo apunta a el sospechoso sigue en suelo murciano. «Nosotros no tenemos constancia de que haya abandonado la Región». Y es que solo en El Raal, según su alcalde pedáneo, Mariano González, «se concentran al menos diez o doce agentes de la Guardia Civil de paisano». A los que se suman los dispositivos de control y agentes de las policías locales. Hasta ahora, el estado de salud de Fina no le permitido prestar declaración, pues sigue ingresada en el Reina Sofía. La investigación continúa abierta. Como las cicatrices de estas tres familias.

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