Rocío Nieto lleva muchos años luchando contra la explotación sexual de las mujeres desde su asociación, llamada APRAMP. Comenzó en Madrid y ahora ha llevado su trabajo a otros puntos de España. Ayer tuvo su primer encuentro con Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno, y salió optimista.

Va a lograr de la Delegación el apoyo contra los proxenetas que esclavizan a estas mujeres venidas de muchos países bajo falsas promesas.

Rocío Nieto alertó de que han detectado un aumento en la demanda de clientes que prefieren menores, mujeres embarazadas y jóvenes provenientes de China, Paraguay y Brasil. También han constatado la presencia de cientos de africanas.

La responsable de APRAMP señaló que trabajan para intentar integrar a estas mujeres, pero cada vez aparecen fenómenos nuevos, como es la llegada de mujeres procedentes de China, así como la irrupción de menores de edad. En la actualidad, tienen acogidas a dos jóvenes que trabajaban en plena capital.

Cree que España no debería ser un país en el que sea fácil la prostitución, para lo cual es necesaria la denuncia. Sin embargo, reconoció que es difícil que las mujeres acudan a la Policía porque la prostituta no sólo teme por su vida, sino también por la de su familia en el país de origen.

La asociación trabaja con mujeres de 24 nacionalidades y calcula que en Madrid ejercen unas 3.000 prostitutas. APRAMP está en contacto con 220, tratando de integrarlas y, sobre todo, de que no sean explotadas por los proxenetas.

La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, no es partidaria de una regulación de esta actividad, pero sí de una mejora de sus condiciones sanitarias y laborales. No considera que sea un trabajo, pues es una actividad que se realiza de forma obligada, forzada y denigrante para cualquier persona.

Cree que estas mujeres necesitan una atención integral y se comprometió a coordinar a las distintas administraciones, con ayuda de APRAMP, que está en la calle y conoce el problema.

La delegada se comprometió a reforzar y potenciar la lucha contra los proxenetas para lo cual cree que es fundamental el trabajo de la Policía. «Estas mujeres añadió son víctimas porque muchas vienen obligadas desde su países a ejercer la prostitución contra su voluntad y con amenazas a ella y a sus familias».

Cifuentes espera que tras el juicio de Cabeza de Cerdo (un proxeneta que ha sido juzgado estos días) sigan cayendo el resto y que Madrid sea un lugar donde resulte difícil explotar a mujeres y esclavizarlas.

Rocío Nieto también se opuso a una regulación de la prostitución, «algo que hacen obligadas». «Si vas a la calle Montera y les preguntas, te dicen que ejercen voluntariamente. Pero es porque detrás tienen a personas que les están vigilando y entre ellas también se controlan», añadió.