Repunta la llegada por mar de sin papeles africanos
El número de inmigrantes que tratan de llegar a España desde África creció un 26% en 2011
Público, , 12-01-2012No un futuro mejor, sino, simplemente, un futuro. Eso es, según los expertos, lo que buscaban los inmigrantes africanos que el año pasado se jugaron la vida para intentar llegar a España. Fueron en total, 8.867 personas, según los resultados del Balance Migratorio Frontera Sur 2011, presentado ayer por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
El informe, que recoge datos publicados en prensa, comunicados oficiales y diferentes asociaciones, revela un repunte en los flujos migratorios procedentes de África. Aunque entre 2008 y 2010, el número de llegadas (o intentos de llegada) descendió progresivamente, el año pasado se produjo un incremento del 26,5% (1.473 llegadas más). La APDHA advierte, además, que a esa cifra “habría que sumar las personas que no llegaron o las que lograron pasar el muro de la vergüenza sin ser detectados”. Según estimaciones de la organización, el aumento podría haber sido, en realidad, de un 65%.
Andalucía fue la principal receptora, con 3.357 personas contabilizadas en sus costas, seguida de las ciudades de Ceuta y Melilla (con 1.258 y 1.309, respectivamente) y Canarias (367). Otros 1.225 inmigrantes fueron interceptados por el Gobierno marroquí. En cuanto a la procedencia de los inmigrantes, la mayoría son de África subsahariana (5.539), magrebíes (1.695) y argelinos (1.525).
En patera
Más de un millar y medio de personas intentaron cruzar el Estrecho a nado, aunque las pateras y las balsas neumáticas fueron el método más utilizado para intentar traspasar las fronteras. Con la peligrosidad que suponen ambos sistemas, no es de extrañar que otro de los incrementos notables haga referencia al número de vidas perdidas en las aguas que separan las costas españolas de las africanas: 131, en 2010 frente a 198, el año pasado. De entre ellos, 84 murieron y otras 114 fueron dados por desaparecidos.
“Es preciso señalar las enormes dificultades y la precariedad con la que se intenta dar el salto: personas que no saben nadar y se tiran al agua, balsas de juguete enfrentándose a las corrientes, saltos de valla de espinos…”, enumera la APDHA.
¿Por qué jugarse la vida, teniendo en cuenta la crisis que hay en Europa? “La expectativa de prosperar sigue siendo mejor que la de sus países”, explicó el portavoz de la organización, Rafael Lara. “En África hay más de nueve países en guerra y 12 con revoluciones internas”, recordó durante la presentación del informe, en Cádiz, informa Efe.
Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, también lo cree así. “Aunque corren el riesgo de morir, la suya es una fuga hacia la vida”, sentenció. “Huyen de la miseria, del hambre, de las guerras y de la falta de solidaridad de Occidente, que sólo quiere apropiarse de sus recursos”, añadió.
Para Mikel Mazkiaran, portavoz de SOS Racismo, los datos de este último balance contrastan con la tendente “autorregulación” del flujo migratorio. “Los datos globales muestran una disminución del flujo entrante y un aumento de la emigración y es una tendencia que ya apuntaba desde 2009”, argumentó.
Sin embargo, no considera extraño que en el caso concreto de la inmigración africana, la situación sea la contraria. “África está llena de países en situaciones límite y por eso su proyecto migratorio es totalmente distinto, por ejemplo, al latinoamericano”, explicó Mazkiaran. “Unos vienen con expectativas laborales de mejora de vida; otros, simplemente, a subsistir”, detalló.
Hambruna y sequía
El cambio climático, las sequías y la hambruna son, junto a los conflictos y las guerras, las causas principales de los desplazamientos de la población africana. “África es la gran asignatura pendiente del mundo”, apuntó Ibarra. Por eso, “ante sus circunstancias, no importan ni la crisis europea ni la discriminación o el racismo que sufren al llegar”, argumentó también Mazkiaran.
Entre esa población que huye de los horrores de su continente, se encuentran 494 menores de edad. Aunque, de nuevo, la APDHA sospecha que esta cifra puede ser mayor si se añaden los que no han podido contabilizar. Aun así, los niños suponen un 6,23% de los inmigrantes africanos que llegaron (o intentaron llegar) a España durante el pasado año. “Los menores marroquíes son, en su mayor parte, de entre 13 y 18 años y vienen con un proyecto migratorio propio, no acompañados”, detalla la APDHA. Los subsaharianos, en cambio, suelen ser más pequeños y, normalmente, llegan con sus madres.
De hecho, las mujeres representan el 5,4% del total de los inmigrantes africanos: 470 en total. “La práctica totalidad son de origen subsahariano, un buen número de ellas, embarazadas o con niños muy pequeños”, concluye el informe de la organización humanitaria.
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