Un escritor de extrema derecha mata a dos senegaleses en Florencia

El asesino se suicida tras disparar a vendedores ambulantes en mercados

La Vanguardia, EUSEBIO VAL, 14-12-2011

Florencia, joya del Renacimiento italiano y uno de los imanes turísticos más potentes del mundo, vio mancillada ayer su imagen por un desgraciado episodio de xenofobia homicida que causó la inmediata repulsa de las máximas instancias políticas del país.

Gianluca Casseri, de 50 años, escritor de literatura fantástica, vinculado a la extrema derecha, se dirigió a dos mercados de la ciudad y abrió fuego, con una pistola Magnum 357, contra los vendedores ambulantes africanos que se encontraban allí en ese momento. Dos senegaleses murieron en los ataques y otros tres ciudadanos de la misma nacionalidad resultaron gravemente heridos.

El asesino, al verse acorralado por la policía, se suicidó.

Los sucesos se iniciaron por la mañana. El primer objetivo de Casseri fue la plaza Dalmacia, en la periferia norte de la ciudad. Allí, Casseri acabó con la vida de los dos africanos e hirió gravemente a un tercero. Un quiosquero se abalanzó sobre el atacante e intentó desarmarlo, pero este le amenazó y consiguió subir a su vehículo e huir del lugar.

Algún testigo grabó la escena con un teléfono móvil, lo que ayudó luego a la policía a identificar al atacante. Más tarde, Gianluca Casseri repitió la misma pauta de conducta en la plaza de San Lorenzo, frente al mercado central florentino, a pocos minutos a pie del Duomo. Allí hirió a otros dos africanos.

El homicida se refugió en su vehículo, que tenía aparcado en un subterráneo. La policía, que hizo evacuar el mercado y el aparcamiento, descubrió a Casseri. Este, al ver a los agentes, esgrimió la pistola. Un policía disparó, sin alcanzarle. El asesino se pegó entonces un tiro en el cuello. Los intentos por reanimarlo fracasaron.

A Casseri lo describían ayer como una persona muy introvertida y solitaria, con ideología ultraderechista, simpatizante del movimiento de inspiración fascista CasaPound (en honor del poeta estadounidense Ezra Pound). Casseri era autor, entre otras obras, de La chiave del caos (La llave del caos), escrita junto a Enrico Rulli. Se trata de una novela histórica, de temática esotérica, que gira en torno a un mago, matemático y alquimista.

Un grupo de senegaleses enfurecidos organizó una marcha espontánea de protesta. “¡Vergüenza, vergüenza!”, gritaban. No se creían que el asesino hubiera muerto. La policía accedió a acompañar a uno de los inmigrantes al aparcamiento subterráneo para que se cerciorara de la muerte de Casseri. Después, los ánimos se serenaron. “¡No digáis que era un loco! – exclamó uno de los senegaleses a la prensa-.Si lo hubiera sido, habría matado tanto a negros como a blancos”.

Acudió al lugar un concejal, Massimo Mathei, para expresar solidaridad con los inmigrantes. “Todos estamos con vosotros”, les aseguró. El cónsul honorario de Senegal, Erando Stefani, trató de no exacerbar los ánimos. “Hay desconcierto y mucho dolor, pero tenemos que ir adelante con el uso de la razón”, dijo.

Uno de los líderes de la comunidad senegalesa florentina, Pap Diaw, fue recibido por el prefecto, Paolo Padoin. Se personaron también en la prefectura el alcalde, Matteo Renzi, y el presidente regional de la Toscana, Enrico Rossi. Los senegaleses pidieron garantías de protección.

El ministro de Cooperación Internacional e Integración, Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio y líder católico muy influyente, lamentó que exista una “red de odio” contra los inmigrantes y pidió protección para la comunidad senegalesa. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, condenó en términos enérgicos “el bárbaro asesinato de dos trabajadores extranjeros” e instó a la sociedad italiana a rechazar “cualquier forma de intolerancia”.

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