El primer asesinato de este año se produjo el 3 de abril en el monte San Cristóbal. Allí, el joven Rubén Guamán Llaguarima, de 24 años y nacionalidad ecuatoriana, estrangulaba a su expareja Yanela Zaruma Cabrera, de 22 años y vecina de Burlada, y después la arrojaba a la laguna de La Morea, en Beriáin. El autor fue detenido por la Policía Foral y confesó el asesinato.

Dos meses después, el 7 de junio fue hallado en un viñedo de Cárcar, con tres tiros de escopeta, el joven de 26 años José Jiménez Jiménez, vecino de Lodosa, que había permanecido desaparecido durante una semana. Antolín Romero Lacarra, también vecino de la localidad lodosana, admitió la autoría del asesinato tras ser detenido por la Guardia Civil.

El 14 de julio aparecía apaleado en un descampado de Berrioplano Antonio Echeverría Hernández, de 52 años y vecino de Berriozar. La Guardia Civil detenía horas después a un ciudadano búlgaro, Nikolai Georgiev, de 27 años y sin domicilio conocido, como autor del crimen, relacionado supuestamente con un ajuste de cuentas.

Un bar de Ansoáin fue el escenario del cuarto crimen ocurrido este año en Navarra. El 18 de septiembre, el pamplonés Sergio Ugal Grávalos, de 38 años, asesinaba con dos navajazos certeros al búlgaro Viktor Simeonov Lavchiev, de 26 años y vecino de Ansoáin, después de mantener una discusión en un bar regentado por la familia de su pareja. La Guardia Civil lo arrestaba tras la intervención de la Policía Local.

El vecino de Tudela Hugo Montalvo Manzanillas Torres, de 51 años, cierra de momento esta trágica lista. Sus dos supuestos agresores, un español de 24 años y un marroquí de 27, ambos de Tudela, fueron arrestados por la Policía Nacional.