Se pone de parto al intentar pasar a Melilla oculta en una furgoneta
El Mundo, , 30-11-2011Aparentemente, no había nadie en el interior de la furgoneta. Pero un intenso olor a sudor hizo recelar a la Guardia Civil del puesto fronterizo de Beni Enzar. En realidad, el doble fondo escondía a siete subsaharianos «apiñados», que al final se delataron pidiendo auxilio a gritos y pateando las paredes del zulo.
Allí dentro apenas podían respirar porque el escondite estaba cerrado con maderas atornilladas al chasis y no tenían ningún conducto para la entrada de aire. Además, entre los siete inmigrantes había dos mujeres: una se había puesto de parto mientras el grupo intentaba entrar de forma irregular en Melilla a través de Marruecos.
Ocurrió el pasado sábado por la noche y refleja los extremos a los que se puede llegar para pasar a suelo europeo. Ayer, sin ir más lejos, se rescataron en aguas marroquíes los cadáveres de tres sin papeles que murieron al hundirse parcialmente su patera, que chocó contra una piedra, lo que causó que se pincharan los neumáticos. Medios marroquíes y europeos rescataron a los 52 supervivientes del naufragio, así como a otros 41 inmigrantes de otra embarcación.
Escondite perfeccionado
En el caso de la furgoneta del sábado, que tenía matrícula española, la Guardia Civil tuvo que romper a la fuerza y con herramientas el escondite para poder rescatar a los sin papeles. Estaba muy bien construido, con varias planchas de madera pintadas del mismo color que el vehículo para simular su estado originario.
Cuando los agentes consiguieron abrirlo, se encontraron a seis de los inmigrantes de pie apretujados en un espacio muy reducido, y uno tumbado sobre el pequeño habitáculo que da a la cabina del conductor.
Todos presentaban síntomas de desorientación, sudoración y respiración agitada, aunque en la actualidad su estado de salud es bueno. La mujer embarazada tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital Comarcal de Melilla.
Según informó ayer la Guardia Civil, los siete inmigrantes iban indocumentados y proceden de diferentes países. Ya han pasado a disposición judicial en calidad de testigos y han sido entregados a la Policía para que se les aplique la Ley de Extranjería como paso previo a su acogida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (Ceti) de Melilla, que sigue colapsado con 300 personas más de su capacidad máxima.
El conductor y único ocupante de la furgoneta, un melillense de 41 años identificado como A. M. T., fue detenido como presunto autor de un delito de tráfico de inmigrantes.
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