Agentes de la Policía Nacional se llevan detenido al presunto traficante, ayer por la tarde. :: ANTONIO GIL / AGM

La Policía Nacional asestó ayer un doble golpe al entramado de narcotráfico y prostitución callejera que ha devaluado la imagen de la comercial y céntrica calle de San Fernando, hasta el punto de que ya estaba afectando a menores de edad. Agentes de la Comisaría no solo desmantelaron un ‘garito’ de venta de droga al menudeo en un piso muy cercano a la muy transitada calle Santa Florentina, sino que están tirando del hilo sobre las conexiones de ese negocio ilegal con la actividad de las meretrices que venden su cuerpo a pie de acera y emplean como prostíbulos casas de la zona. Fue alrededor de las 12.30 horas cuando efectivos del grupo de Estupefacientes, apoyados por agentes de la Policía Local, iniciaron el registro de la vivienda donde un joven magrebí de unos veinticinco años trapicheaba presuntamente con sustancias estupefacientes. Según fuentes de la investigación, le decomisaron pequeñas cantidades de hachís y de marihuana.

Inmigrantes de origen subsahariano pero también españoles menores de dieciocho años estaban entre sus clientes, según los indicios recabados por la Policía de forma previa a la intervención, autorizada por el juez. Testimonios recogidos por este diario entre vendedores y residentes de la zona, que en todos los casos pidieron permanecer en el anonimato por miedo a represalias, coincidieron en que el trasiego de personas a todas horas del día en el bloque de edificios situado justo enfrente de la calle Morería Baja era continuo.

Dos de las personas consultadas indicaron que hasta altas horas de la madrugada eran habituales la entradas y salidas de gente en el edificio, y que incluso había inmigrantes en actitud vigilante, supuestamente para deshacerse de la droga en el caso de que llegara la Policía. Además, fuentes del caso aseguraron que, para imponer su ‘ley del silencio’, el detenido y su entorno tenían atemorizados a varios comerciantes de la zona, a los que incluso habrían llegado a amenazar con un bate.

La relación del ‘garito’ con la prostitución de la zona vendría dada, según las mismas fuentes, por el parentesco del arrestado con una mujer de la que se sospecha que ejerce de ‘madam’ o ‘madama’, es decir la persona encargada de controlar las mencionadas actividades sexuales. Aunque hasta ahora no se ha podido probar la existencia de coacciones, las pesquisas se dirigen a conocer si algunas de las mujeres que ejercen en la calle pueden haber sido forzadas a trabajar como meretrices.

Inmigración irregular

Además de las indagaciones sobre esta posible explotación sexual y laboral, las autoridades continúan la tramitación de los expedientes de expulsión de inmigrantes que en los últimos meses se ha detectado que residen en situación irregular en España. La ‘redada’ policial levantó la expectación en la zona y algunos vecinos, tenderos y clientes presenciaron la detención del presunto ‘camello’, que fue conducido en un vehículo – patrulla de la Policía hasta las dependencias de la Comisaría. Allí fue interrogado, y será puesto a disposición judicial previsiblemente hoy. Desde la Comisaría llevan varios años insistiendo en la idea de que en la lucha contra la prostitución un componente esencial es la persecución de las conductas delictivas asociadas a ella. Así, en otras operaciones realizadas en áreas con meretrices en la calle (como Las Beatas, San Francisco o la propia calle San Fernando) la Policía se ha incautado de distintas cantidades de estupefacientes a ‘narcos’. En este caso, con la intervención de ayer y la información recabada de forma previa, los agentes tienen la expectativa de ampliar su conocimiento de cómo funciona el negocio de la prostitución callejera, cuál es su verdadero alcance y cómo se puede combatir mejor para mejorar la seguridad ciudadana y la percepción de ésta que tienen los ciudadanos.