«Queremos seguir siendo gitanos, pero gitanos del siglo XXI», dijo Manuel Rondón, del colectivo Unión Romaní, durante el acto celebrado ayer en el Ayuntamiento de Sevilla para conmemorar el Día de la Comunidad Gitana Andaluza. Las asociaciones gitanas reclaman una mayor divulgación de su cultura y sus valores para acabar con los tópicos y contribuir a que los gitanos que viven aún en situación de marginalidad vayan incorporándose a la sociedad.

En el acto, Beatriz de los Reyes de la Federación Fakali-Amuradi, agradeció que la bandera romaní ondease ayer en el Consistorio sevillano. No obstante, esto creó cierta controversia pues el actual gobierno municipal había anunciado, coincidiendo con la celebración del día del orgullo gay en junio, que no se izarían banderas no oficiales en el Ayuntamiento, aunque según aseguró el concejal Beltrán Pérez pudo tratarse de un «error».

En el Ayuntamiento fueron atendidos por el primer teniente de alcalde, Javier Landa, que dijo recibirles como ciudadanos antes que como colectivo y expresó, entre otros argumentos, que «no puede haber integración para quienes se excluyen a sí mismos», argumentos que no fueron entendidas por parte de los colectivos allí presentes que expresaron su desagrado.

Los gitanos son un colectivo amplio, y de los Reyes recordó que «celebramos el día de todos los gitanos, de los que viven en las periferias de las grandes ciudades y de los muchos jóvenes que trabajan por conservar nuestra cultura» e insistió en la importancia de este tipo de actos «porque el pueblo gitano sigue siendo uno de los más desconocidos».