El acusado, que trabajaba en el Concello de Ourense, habría enviado mensajes amenazantes para lograr 6.000 euros

El acusado, que trabajaba en el Concello de Ourense, habría enviado mensajes amenazantes para lograr 6.000 euros

De presidente de la federación gallega de asociaciones gitanas al banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Ourense. Raúl Jiménez Salazar, de 49 años, está siendo juzgado por un jurado popular por las presuntas amenazas a las que sometió a una compañera de trabajo del Concello de Ourense, a la que habría enviado numerosos mensajes de móvil en los que le exigía la entrega de seis mil euros, intimidándola con hacerle daño tanto a ella como a su familia en caso de negarse.

El acusado, que ya no ostenta ningún cargo de representación e incluso estuvo en prisión por estos hechos, declaró ayer durante dos horas y cuarto. En todo ese tiempo negó haber sido el autor de los mensajes y alegó que ni siquiera sabe cómo enviarlos. Además, dijo que tiene muchas dificultades para leer y escribir, ello pese a que tiene carné de conducir y entró en el Concello de Ourense, donde trabajaba como mediador, tras hacer un examen. Asimismo, aseguró que sentía una gran admiración por la víctima, amiga suya, y que nunca le hubiera hecho daño. Sin embargo, fue detenido en el punto en el que se había pactado la entrega del dinero con los extorsionadores, de la que estaba al tanto la policía, a la que había recurrido la víctima. El acusado alega que unos rumanos lo obligaron a ir allí, bajo amenazas.

«Nunca le hubiese hecho daño porque ella para mí era como mi segunda madre»

Raúl Jiménez