La víctima, que no sufrió herida alguna a pesar de que fue reducida y tirada al suelo, dice que los asaltantes podrían proceder de algún país del este de Europa.

La víctima, que no sufrió herida alguna a pesar de que fue reducida y tirada al suelo, dice que los asaltantes podrían proceder de algún país del este de Europa.

Una semana después de que ocho individuos intentaran asaltar al dueño de un gimnasio ubicado en una urbanización de Oleiros, dos sujetos atracaron a un joyero que vive en el mismo lugar. Si al primero no le pudieron llevar nada – se enfrentó a los delincuentes y estos tuvieron que escapar a la carrera – , al segundo le robaron 300.000 euros en joyas.

El asalto ocurrió el martes de la semana pasada. El joyero, que según fuentes de la investigación había sido vigilado durante días, llegó con su coche a la urbanización Montrove, donde reside, y lo metió en uno de los garajes compartidos. Cuando se bajó del coche, un individuo le apuntó con una pistola, y el otro, con un arma eléctrica. Le hicieron abrir el maletero y de ahí sacaron todo el muestrario, un total de cuatro mantas expositoras con joyas por valor de 300.000 euros. Luego le quitaron las llaves, el móvil y el mando del garaje y lo dejaron allí encerrado, desapareciendo del lugar.

Según denunció la víctima, los asaltantes podrían proceder de algún país del este de Europa.

El joyero, a pesar de que fue reducido y tirado al suelo, no sufrió herida alguna. La Guardia Civil, por su parte, cree que se trata de una banda de rumanos con mucha movilidad geográfica, de ahí su difícil detención. Por lo pronto, parece descartado cualquier vínculo entre los asaltantes del propietario del gimnasio y los del joyero. Al primero le atacaron ocho individuos que lo esperaban en dos vehículos. A la vista de los clientes de un bar próximo, los asaltantes se abalanzaron contra él. Pero la víctima, experta en artes marciales, se los quitó de encima uno a uno. De hecho, uno de los atracadores huyó cojeando hacia el coche.

Los ladrones que asaltaron al joyero sabían todos sus movimientos y horarios. Y su único objetivo era el robo de las joyas, que los atracadores sabían que ese día en concreto las llevaba encima.