«Vais a morir» gritaba el iraní que acuchilló a siete personas en Santutxu

Un iraní arremete contra los viandantes en el barrio de Santutxu, sinmotivos aparentes, con un cuchillo de 17 centímetros

El Mundo, TERESA VILLAVERDE, 15-11-2011

Llevaba un cuchillo de 17 centímetros
de hoja y le bastaron
cinco minutos para sembrar el
pánico en Santutxu. B. A. K., un
iraní de 31 años, la emprendió
ayer a cuchilladas con los viandantes
dejando seis heridos y
un muerto.
Los testigos cuentan que tenía «la
mirada perdida», que estaba «como
loco», que parecía que «quería
matar, sin importarle a quién».
«Tenía una conducta errática», resumió
el concejal de Seguridad
Ciudadana de Bilbao, Tomás del
Hierro. Nadie sabía qué había llevado
a B. A. K., a las 9.40 de la
mañana, a blandir un cuchillo por
la calle Zabalbide y dejar un reguero
de seis heridos y un muerto,
Kepa Mallea Olaetxea, a su paso.
«Vais a morir», aseguran varios
testigos que decía. Otros reconocen
que gritaba palabras incomprensibles.
La Ertzaintza confirmaba por la
tarde que todo apuntaba a un problema
psiquiátrico. El agresor fue
ingresado en psiquiatría en el Hospital
de Basurto, donde permanece
custodiado por la Ertzaintza.
La versión oficial cuenta que
B.A.K. tiene 31 años, que es iraní,
que lleva cuatro años en España y
vive en Barakaldo. No tenía antecedentes
penales. Ayer salió a la
calle con un cuchillo «de 17 centímetros
de hoja», al parecer «escondido
entre sus ropas» y comenzó
a discutir con una pareja en la
salida de metro de Zabalbide. Pese
a que algunas versiones de testigos
presenciales apuntaban a
que el hombre había salido del suburbano
molestando a la pareja, lo
cierto es que las cámaras de seguridad
de la estación no registraron
ninguna imagen del arrestado. Parece
que fue en la calle donde los
abordó. En un momento de la disputa,
el agresor «esgrimió el cuchillo
y atacó a la pareja», según
cuenta la Ertzaintza.
«Discutían y ella le decía: ‘Vale,
pero no nos toques’», cuenta un
vecino. Fue el novio de ésta quien,
ya harto, le gritó al agresor que les
dejasen en paz. «Entonces le ha
pegado una bofetada a la chica»,
cuenta el mismo testigo. Y se desencadenó
la debacle. El chico la
defendió y el agresor les asestó varias
cuchilladas. La pareja, según
la versión de los presentes, se refugió
en el Mercado de Santa Clara,
pero los gritos habían alertado
a los vecinos, que acudieron a socorrer
a los heridos y algunos trataron
de amedrentar al agresor.
Éste, acorralado, buscó otra víctima.
«Ha salido todo el mundo de
los negocios y él ha ido apuñalando
a todo el mundo por la calle.
¡Pero indiscriminadamente!», narra
José Antonio, otro testigo.
«La gente lo ha perseguido y se
ha refugiado en el bar», donde acuencontraba
desayunando allí. «Al final le
han dado con una baldosa ymenos
mal que ha venido la Policía –llegó
segundos después de que fuese reducido
por los vecinos–, porque si
no, se lo meriendan», asegura una
empleada de Baños Santutxu, un
comercio situado frente al metro.
«Iba bien vestido, tenía muy buena
presencia. Parecía que quería matar
a alguien y punto», concluye.
Durante el interrogatorio posterior
al que fue sometido, el detenido no
fue capaz de articular un discurso
coherente sobre lo ocurrido.
Homenaje a las víctimas
La estela que B. A. K. dejó ayer a su
paso por la calle Zabalbide era desoladora.
A Pedro Luis, que intentó detenerlo,
le hirió en el hombro; Aitor
recibió la cuchillada en la pierna;
Estefanía, varias puñaladas en la espalda;
Ane Miren, en el abdomen;
Nélida tiene lesiones en la espalda;
y Ana María, una herida en el pecho,
según la información proporcionada
por fuentes municipales.
recibió una cuchillada mortal. / MITXI
En total, cuatro mujeres y dos
hombres, con edades comprendidas
entre los 20 y los 53 años, que
fueron trasladados a los hospitales
vizcaínos de Basurto, Galdakao
y Cruces con lesiones en diferentes
partes del cuerpo. Las víctimas
ingresadas en Galdakao fueron
dadas de alta ayer mismo por la
tarde. Al cierre de este diario, las
dos mujeres ingresadas en Cruces
se encontraban en estado grave
tras haber sido operadas. En el
Hospital de Basurto hay otra víctima
estable y una cuarta que permanece
a la espera de su evolución
para decidir si se le interviene
quirúrgicamente.
El Consistorio ha convocado
una concentración para hoy en la
escalinata de entrada al edificio
municipal en solidaridad con todos
los heridos.
El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna,
y el concejal de Seguridad Ciudadana,
Tomás del Hierro, aplaudieron
además ayer el «comportamiento
» de los ciudadanos,
«exponiéndose» para tratar de parar
al agresor.
Parar al agresor fue también la
intención de Kepa Mallea
Olaetxea cuando lo vio entrar en
el bar donde estaba desayunando
e intentó reducirlo. Recibió varias
cuchilladas y fuentes de los juzgados
aseguraron a EL MUNDO que
el aspecto del cadáver sorprendía
por la virulencia del ataque. Los
servicios sanitarios trataron de
Vecinos de Santutxu, conmocionados tras el suceso. / M. C.
La Ertzaintza interroga a testigos en la zona del crimen. / M. C.
Una herida es atendida por los servicios de emergencia. / EFE
reanimarlo sin éxito y Kepa murió
a causa de las heridas.
Kepa tenía 65 años, dos hijas y
un nieto y vivía en Santutxu. Estaba
jubilado pero había sido maestro,
como su mujer, en la ikastola
de Santutxu y el colegio público
Zamakola. Hoy la bandera del
Ayuntamiento ondeará a media asta
en su honor.
Finalmente, el agresor sí fue detenido
en el mismo bar donde dio
la cuchillada final. Fueron los parroquianos
del establecimiento
quienes lo redujeron pegándole
con una loseta de obra y lo retuvieron
hasta que llegó la Policía
municipal segundos después.
Valoración psiquiátrica
«Hoy es un día de luto para la sociedad
vasca», sentenció ayer el
lehendakari, Patxi López, al conocer
el suceso. López quiso mostrar
su solidaridad con la familia de la
víctima y mostró su «determinación
para que se haga justicia».
En el momento en que el lehendakari
hacía estas declaraciones
en el marco de un acto electoral, el
caso ya había pasado a manos de
la Ertzaintza, que había comenzado
la investigación.
Según informaron a EL MUNDO
fuentes de los juzgados, todo
apunta a que el móvil del crimen
fuese un problema psiquiátrico.
Una hora más tarde, B. A. K. era
ingresado en psiquiatría del Hospital
de Basurto de Bilbao para ser
sometido a una valoración psiquiátrica.
El juez encargado de su caso será
Urko Jiménez Ortiz de Zárate.
El Ayuntamiento se presentará como
acusación popular.

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