Bilbao. Bizkaia no tiene un gran número de iraníes afincados en el territorio y la relación entre ellos está ligada a la religión que practican. La comunidad iraní a la que pertenecía el agresor que terminó con la vida del profesor jubilado en Santutxu e hirió a otras seis personas es prácticamente testimonial.

En Bizkaia, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, residen 22 personas procedentes del país asiático. Arthur Rowshan, iraní afincado en Bilbao desde hace 14 años, desconocía lo ocurrido a última hora de la tarde de ayer, pero señaló que, si como se apuntaba, las causas del suceso estaban relacionadas con un problema psiquiátrico, “las perturbaciones mentales no conocen de nacionalidad”. Rowshan nació en Irán y pasó su adolescencia en Italia hasta que realizó sus estudios superiores en Canadá y España.

Tabaquismo Es experto en hipnosis y posee un máster en tabaquismo por la Universidad de Cantabria. En la actualidad tiene una consulta en Bilbao donde se encontraba ayer cuando ocurrió el trágico suceso. A lo largo del día nadie le comentó lo ocurrido lo que le produjo un gran shock el enterarse.

Rowshan tiene relación con otras tres familias de iraníes afincadas en Bilbao; sin embargo, explicó que él es bahá’í y por tanto pertenece a una comunidad abierta donde se relaciona con vascos, gente del resto del Estado y otros extranjeros que practican esta misma religión. “No nos relacionamos con los iraníes musulmanes”, especificó Rowshan, quien lamentó el suceso pero opinó que no se trata de un acto que implique una nacionalidad. En el País Vasco, tampoco hay mucha presencia iraní, en total, 31. Una misión comercial ha llevado precisamente estos días a 24 empresas vascas a Irán y Arabia Saudí.