El Departamento de Interior ha abierto expediente sancionador a dos personas por organizar una manifestación sin autorización el 27 de agosto en Salt (Gironès). La concentración, bajo el lema Salt dice no al racismo, era en respuesta a la manifestación que preparaba para ese mismo día Plataforma per Catalunya (PxC) contra la construcción de una mezquita. La protesta de PxC no se celebró porque Interior y luego los tribunales la prohibieron para evitar altercados.

Interior tipifica el acto como falta grave, penada con entre 300 y 30.000 euros, y destaca que los organizadores no lo suspendieron pese a que se había desconvocado el de PxC. El expediente subraya que los manifestantes cortaron el tráfico y mostraron “una actitud hostil hacia la policía”.

La manifestación congregó a unas 200 personas, rodeadas de un fuerte dispositivo de seguridad. Los Mossos levantaron acta de la concentración y no se produjeron incidentes. El único momento de tensión se vivió cuando una mujer se acercó a los manifestantes y empezó a insultarles. En ese momento los dos expedientados intervinieron para evitar un enfrentamiento entre la mujer y los manifestantes, hecho que lleva a Interior a considerar que tuvieron un papel principal en la organización, según un informe policial, que destaca que los dos dirigieron la marcha con un megáfono.

La medida “es un toque de atención” para futuras manifestaciones, opina Benet Salellas, abogado de los expedientados, que ha presentado alegaciones. Una portavoz de Interior avisó que “todos los organizadores de manifestaciones no comunicadas serán multados”.

La CUP presentó ayer una moción en el Ayuntamiento de Girona a favor de los expedientados que no prosperó.