Diana Milena Castrillón Hernández, de 29 años, fue puesta en libertad ayer por la tarde tras estar detenida desde el mediodía del pasado domingo. Ese día, agentes del Cuerpo Nacional de Policía hallaron en un armario de su cocina al cuerpo del bebé que había abortado. Se encontraba envuelto en varias bolsas de plástico. El forense que practicó ayer la autopsia al recién nacido no pudo precisar si había sido alumbrado con vida o no, por lo que está pendiente del análisis patológico de los órganos. Los agentes de Homicidios decidieron pasar todo el atestado al juez de guardia y que sea este el que determine si hubo algún crimen. Diana Milena Castrillón, de nacionalidad colombiana, acudió alrededor de la una y media de la tarde al servicio de Urgencias del hospital Gregorio Marañón. Allí explicó a los médicos que acababa de tener un aborto, pero no dio explicaciones de dónde se encontraba el bebé. Los facultativos, que determinaron que la mujer estaba en la semana 24ª o 25ª de gestación, avisaron a la policía de lo que estaba ocurriendo.

Al domicilio de la mujer, en el número 99 de la calle de San Mariano (distrito de San Blas), acudió un coche patrulla. A los agentes les abrió la puerta una amiga de Castrillón que les permitió registrar el interior. Los agentes hallaron al bebé en un armario utilizado como despensa. También hallaron una prenda con manchas de sangre en la lavadora.

Al domicilio acudieron entonces especialistas de la Policía Científica, que hallaron restos de sangre en el cuarto de baño. “Durante todo el día de ayer [por el domingo] no dejaron de subir y bajar policías y gente de la funeraria. Fue un trasiego continuo, pero nadie nos dijo qué es lo que pasaba”, comentó una vecina de la detenida. El que se enteró hacia las cinco de la tarde fue Santiago, el dueño de la vivienda, que se quedó sorprendido de que la policía o el marido de Castrillón no le avisaran. Según explicó, la mujer llevaba menos de dos meses en el domicilio. La hija del propietario había estado viviendo en el piso hasta que le habían entregado el suyo. La vivienda había estado cerca de tres años cerrada hasta que el propietario puso un anuncio en Internet y Diana Milena Castrillón contactó con él. “Yo casi no tenía trato con ellos. Tan solo me dijo que se ganaba la vida haciendo la manicura. Ahora, de embarazada, nada de nada”, añadió Santiago.

Los vecinos también mantuvieron ayer que la mujer no tenía casi trato con el vecindario y que nadie sabía que estaba embarazada. Tiene otras dos hijas, de unos 18 meses y de 7 años. La última va a un colegio cercano. “Lo que sí que me extrañó mucho es que el sábado por la mañana tendió muchas mantas y muchas sábanas. Pensé que estaba haciendo la limpieza de temporada, pero seguro que tuvo que ver con lo ocurrido”, se aventuró a decir otra vecina.

La mujer se encontraba ayer ingresada en el hospital Gregorio Marañón, pendiente de que el juez de guardia decida si le toma declaración. Castrillón carece de antecedentes y solo tiene algunas anotaciones en su ficha policial por extranjería.