Un truco tan viejo como falsificar el DNI para colarse en la discoteca es el que usan algunas personas para conseguir empadronarse y entrar en el sistema de ayudas sociales de Vitoria. La mayoría son inmigrantes del Magreb y Pakistán, que roto el sueño de una vida mejor en Europa, se aferran a un futuro en el primer mundo aunque para ello tengan que hacer trampa y presentar documentos falsos a las autoridades. En los último meses, el Ayuntamiento ha detectado 44 intentos de este tipo y Javier Maroto quiere acabar con ellos de forma definitiva. «En este asunto de fraude en el padrón ligado a las ayudas sociales voy a ser duro», señaló ayer el alcalde.

Para ello, el regidor anunció que el personal municipal va a recibir cursos por parte de la Policía Local «para que aprenda a detectar las falsificaciones». Además, en caso de duda, los funcionarios tienen orden de parar la tramitación y enviar los documentos a los agentes para que verifiquen su autenticidad.