La ultraderecha toma Varsovia

El Correo, PACO SOTO, 12-11-2011

La denominada Marcha por la Independencia que organizó ayer en Varsovia la ultraderecha se convirtió en un acto de demostración antidemocrática, xenófoba, homófoba y antisemita. Aunque la manifestación fue prohibida por el Ayuntamiento, durante varias horas miles de ultras de diverso pelaje tomaron las principales avenidas del centro de la capital, provocaron e insultaron a transeúntes y policías e intentaron agredir a los contramanifestantes que pretendían que la marcha no se llevara a cabo.

La manifestación fue preparada por dos grupos extremistas que tuvieron el apoyo de ultras de diversas tendencias políticas: neonazis y neofascistas, integristas católicos y nacionalistas xenófobos. Se unieron a los manifestantes hinchas de equipos de fútbol, muchos de ellos jóvenes con la cabeza rapada, vestidos con chándal y con mucha cerveza en el cuerpo. La mayoría eran polacos, pero también asistieron extremistas de países como Alemania, Ucrania, Chequia, Eslovaquia y Hungría.

Los ultras aprovecharon la festividad del 11 de noviembre, en la que los polacos conmemoran la independencia de su país, en 1918, para expresar odio, intolerancia y violencia. «Nos manifestamos porque queremos que Polonia sea de los polacos y no de los extranjeros», dijo a este periódico un joven ultra llamado Pawel. «Los homosexuales están en el Parlamento y los judíos gobiernan el país y han hundido Polonia», gritó un joven a un grupo de periodistas, mientras que otro aseguró que «la raza blanca está en peligro en Polonia y Europa».

Contramanifestación

Una impresionante fuerza policial se desplegó por las principales arterias de la capital polaca para evitar enfrentamientos entre ultraderechistas y militantes de grupos izquierdistas. En diversos lugares, los antidisturbios tuvieron que emplearse a fondo utilizando gases lacrimógenos y mangueras de agua. 200 ultras, entre los que se encontraban neonazis alemanes, fueron detenidos durante los disturbios y al menos hubo una treintena de heridos. Los extremistas destruyeron mobiliario urbano y un furgón de una cadena de televisión e intentaron agredir a periodistas.

Los colectivos opuestos a la manifestación procedían de la izquierda radical, pero también de grupos de gays, lesbianas y transexuales, ecologistas, defensores de los derechos humanos y jóvenes alternativos. La Policía, que también tuvo que mantener a raya a exaltados de la ultraizquierda, informó de que la Federación Anarquista desempeñó un papel preponderante en las protestas contra la marcha ultra. Muchos de sus miembros vinieron de Ucrania, Bielorrusia, Chequia, Eslovaquia, Alemania, España, Serbia u Holanda.

«Estamos aquí para impedir que los fascistas puedan desfilar por las calles de Varsovia y demostrar que este sistema los protege», comentó a EL CORREO un joven anarquista checo. «Queremos demostrar que una verdadera resistencia al fascismo es posible», declaró un joven alemán que dijo llamarse Rot.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)