La Policía Nacional, en colaboración con agentes norteamericanos, colombianos y holandeses, ha puesto punto final a una macrooperación contra el crimen organizado desarrollada durante casi tres años y que se ha saldado con la detención de 150 personas – entre ellos la conocida como ‘Reina de la coca’ y los principales cabecillas de clanes como ‘los Miami’, ‘los Búlgaros’, ‘los Iraníes’ y ‘los Boxeadores’ – , así como la incautación de 27 millones de euros, bienes por valor de otros 75 millones y más de 300 kilos de cocaína. Algunos de los dirigentes del grupo trataron, incluso, de comprar la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real para traer entre ocho y diez toneladas mensuales de cocaína a España desde África y Sudamérica. Estos clanes dominaban las noches de ocio madrileña, con porteros diseminados por infinidad de locales.

Se trata de una de las operaciones más importantes contra el crimen organizado en España, que ha permitido detener «a sus máximos cabecillas», aseguró el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), Serafín Castro. El último golpe policial se ha saldado con 49 detenidos, 27 de ellos del ‘clan de los Búlgaros’ y 22 del de ‘los Boxeadores’. Según Castro, los primeros, capitaneados por ‘Ivo’, estaban relacionados con la seguridad en locales de ocio y el narcotráfico en Madrid: eran empleados por la red para hacer «los trabajos más sucios».

De hecho, uno de los ahora detenidos llegó a afirmar que cuando le vieran con traje es que «alguien iba a morir». También desalojaban viviendas a la fuerza y extorsionaban a los clientes adinerados que acudían a los locales de ocio que dirigían. El ‘clan de los Boxeadores’ se encargaba de «trabajos más finos», en palabras del comisario: estaban especializados en el cobro de deudas y en dar palizas a grupos rivales.

Desde Sudamérica

La macrooperación comenzó en enero de 2009, con el asesinato de uno de los porteros del ‘clan de los Búlgaros’, Catalin Stefan Cracion, en un tiroteo a las puertas de la discoteca Heaven de Madrid. A partir de ahí se constituyó un grupo de trabajo conjunto para tratar de saber qué se ‘cocía’ en la noche madrileña. Los policías descubrieron que en algunos locales se traficaba con droga y quienes la suministraban eran los propios porteros.

Uno de los cabecillas arrestados es el empresario Lauro Sánchez Serrano, quien capitaneó una operación para tratar de introducir la droga en España por vía marítima desde Sudamérica en 2009 y 2010. El plan fracasó hasta en cuatro ocasiones y la banda se decantó entonces por introducir la cocaína a través de contenedores, pero el cerco policial abortó varios envíos. Es entonces cuando Sánchez Serrano decidió aliarse con una importante ‘narco’ de nombre Ana María, pero conocida en el mundillo criminal como la ‘Reina de la coca’.

Sus planes no quedaron ahí y Serrano llegó a ponerse en contacto con un conocido empresario del mundo inmobiliario – cuyo nombre no quiso revelar el comisario, pero del que dijo que «a día de hoy cotiza en Bolsa» – y con otro relacionado con el mundo de la aeronáutica. «Quería comprar en exclusiva la terminal de carga del aeropuerto de Ciudad Real», reveló, para meter aviones llenos de cocaína. La operación policial abortó el plan.

Otros de los cabecillas detenidos son el boxeador Pablo Navascués y David Lozano, autor de los disparos que acabaron con la vida de otro portero de la discoteca Amnesia en el año 2000. Se había hecho la cirugía en la cara para no ser reconocido. El comisario también explicó cómo distribuían la droga. La sacaban de las naves donde llegaban los contenedores en partidas de 5 ó 10 kilos escondidas en mochilas, que eran transportadas en motocicletas de gran cilindrada. A medio camino la mochila pasaba a otras manos. El destino final era un chalé donde se almacenaba para distribuirla posteriormente a Madrid, Valencia o Andalucía.