El líder de Plataforma per Catalunya
(PxC), Josep Anglada, ignoró
ayer los panfletos xenófobos por
los que la Fiscalía le pide un año
y medio de cárcel y denunció ser
víctima de una «caza de brujas»
en un juicio celebrado en Manresa
(Barcelona). Además, otro concejal
de su formación en Vic (Barcelona),
Juan Carlos Fuentes, también
fue acusado por incitar al
odio racial al distribuir panfletos
que ridiculizaban a la comunidad
magrebí.
Los folletos, que iban firmados
por un inexistente colectivo de inmigrantes
marroquíes, pedía a los
vecinos de Vic que votaran a los partidos
democráticos de la población,
asegurando que éstos darían un trato
de favor a los inmigrantes y les
garantizarían «papeles para todos».
Los firmantes de los impresos
pedían a los ciudadanos de Vic a
modo de ironía que no votaran por
Plataforma per Catalunya, porque
impedirían al colectivo musulmán
su derecho a tener una «bonita
mezquita» en el centro de la población
y les retirarían su vivienda
protegida y sus ayudas sociales.
Según informa Efe, Anglada negó
ante el juez que estos panfletos
fueran una iniciativa suya y se desentendió
de su elaboración y del
proceso de copia y distribución,
aunque reconoció que en Plataforma
per Catalunya ejerce todo el
poder. Por su parte, Fuentes admitió
que cuando recibió en el buzón
de su casa el impreso le hizo gracia
y lo fotocopió porque lo encontró
divertido.
En sus conclusiones, el ministerio
público acusó a Anglada y a
Juan Carlos Fuentes de un delito
de provocación a la discriminación
y el odio y pidió también la imposición
de una multa de 4.850 euros.
En opinión del fiscal, el panfleto
apócrifo «iba destinado a suscitar
entre la población sentimientos de
hostilidad, animadversión, menosprecio
y trato injustificadamente
desigual contra el colectivo de origen
magrebí» y específicamente
los musulmanes.
Los panfletos acabaron en los
juzgados a raíz de la denuncia presentada
por varias asociaciones de
inmigrantes y antirracistas de Vic
ante los Mossos d’Esquadra.
El juez rebajó los hechos a una
simple falta, pero la acusación ejercida
por los colectivos denunciantes,
entre ellos SOS-Racismo, recurrió
ante la Audiencia de Barcelona y
consiguió que el tribunal lo elevara a
un delito de incitación al odio racial.
En su declaración como imputado
ante el juzgado el pasado mes de
marzo,Anglada afirmó que desconocía
el panfleto, pese a que la
Fiscalía mantiene que autorizó su
publicación, y que no compartía
sus manifestaciones contra los
inmigrantes.