La mafia china toca todas las teclas del crimen organizado. Unos delitos llevan a otros: del lucro con la prostitución ajena se salta, sin más, a la explotación de inmigrantes sin papeles. Gracias a uno de esos saltos, la policía inició una investigación que dirige la titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona y en la que figuran, por ahora, unos 60 imputados, confirmaron a este diario fuentes judiciales.

Los agentes comprobaron que una prostituta hallada en un meublé ilegal aparecía también dada de alta en una empresa fantasma. Llevaron sus sospechas a la Fiscalía de Barcelona, que impulsó las pesquisas. La causa se mantiene viva e implica a un nutrido grupo de empresarios chinos y españoles que, a través de una gestoría, ofrecían falsos contratos de trabajo a inmigrantes chinos en situación irregular en España.

A cambio de elevadas sumas de dinero que hacían efectivas cada mes, los extranjeros firmaban los contratos con la esperanza de obtener el permiso de residencia. Según los investigadores, lo hacían a sabiendas de que cometían una estafa. Por eso se cuentan entre los imputados. El Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d’Esquadra, que llevan el caso, dan por desarticulada la cúpula de la red, pero el número de imputados puede aumentar de forma notable.