Redada en el esqueleto de Hormigón del tanatorio de Basurto >

Una operación policial desmantela el asentamiento del tanatorio de Basurto

La Policía Nacional y la Local de Bilbao entran en el edificio abandonado, identifican a 63 personas y arrestan a 44 extranjeros sin documentación

Deia, Shaila P. Rodríguez, 15-09-2011

BILBAO. Las ilusiones del grupo de inmigrantes residentes en el esqueleto de hormigón del tanatorio de Basurto se esfumaron ayer en un abrir y cerrar de ojos. DEIA recogió de primera mano, el pasado lunes, las historias y vivencias de estas personas que malviven en este asentamiento.

Sus esperanzas de futuro se enturbiaron ayer cuando de improviso, en torno a las 8.00 horas, la Policía Local de Bilbao irrumpió en la improvisada vivienda del barrio bilbaino. Acompañados por varias dotaciones de la Unidad de Extranjería de la Policía Nacional, los agentes identificaron a 63 inmigrantes. 44 de ellos no poseían papeles, por lo que la Unidad de Extranjería se hizo cargo de ellos.

Bajo un cielo plomizo y refugiados en el frío hormigón del esqueleto de la morgue, la mayor parte de los sin techo dormían aún cuando fueron sorprendidos por la policía. Los agentes identificaron a 63 personas, 17 más que en la última intervención realizada el pasado 17 de agosto. Entre las personas identificados, todas inmigrantes, 19 se encuentran en el país de forma regular, mientras que las 44 restantes no disponen de papeles en regla.

“Sabemos que están ahí y tenemos constancia de las condiciones, una situación que no es permisible por motivos de seguridad”, indicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro. Y es que, como ya adelantó este periódico, el interior del edificio se encuentra lleno de enseres, camas, sillas y sofás, maletas y bolsos, bidones… El suelo está lleno de suciedad, con aguas estancadas y llenas excrementos.

“Unas condiciones de salubridad deplorables”, apuntó el edil.

OPERATIVO ESPECIAL El dispositivo de desalojo se enmarca dentro de un operativo especial dirigido por la Policía de Bilbao en colaboración con laUnidad de Extranjería. Dicho operativo, creado específicamente para este emplazamiento, llevó a la identificación de otras 46 personas el pasado mes de agosto que residían de forma habitual en el esqueleto de hormigón frente al hospital de Basurto.

Según el concejal, como en la anterior ocasión, la operación de ayer estuvo motivada por varias quejas vecinales debido a la “presencia de indigentes que pernoctan en el edificio abandonado o requerimientos por peleas”,matizó. Y es que, la plataforma vecinal Olabeaga Bizirik reiteró la pasada semana su inquietud ante el incremento de robos y de daños en vehículos en el barrio. Desde el pasado día 1 de septiembre, el Área de Seguridad Ciudadana incrementó la presencia policial en la zona para tratar de eliminar la inquietud vecinal.

Según fuentes de la Policía Nacional, a las 44 personas detenidas se les abrirá un expediente por estar de forma irregular en el país. Después, en caso de que no posean un requerimiento policial anterior, se les pondrá en libertad hasta la resolución de los trámites.

Por su parte, SOS Racismo apuntó que este tipo de actos supone “una amenaza constante” para estas personas que les deja en “una peor situación”. “Las redadas suponen una orden de expulsión para estas personas; y para quienes ya tienen una, su ingreso en un centro de internamiento y la deportación”, sentenció Brígida Ridruejo, miembro de la asociación. Por todo ello, SOS Racismo convoca una concentración, hoy a las 19.00 horas, frente a la sede del Partido Socialista en la calle Ibáñez de Bilbao.

Enelmarco del dispositivo de seguridad desplegado por el Ayuntamiento se llevarán a cabo nuevas redadas de forma periódica. Asimismo, el Área de Seguridad Ciudadana se reunirá el próximo viernes con los miembros de la plataforma vecinal para “tratar de encontrar una solución”, declaró Del Hierro. El concejal bilbaino confirmó que “en breve” se solucionará la situación del edificio, “en cuanto al lugar físico” del mismo. Esta determinación se realizará para evitar la existencia de zonas que fomenten la marginalidad y la insalubridad. El edil aclaró también que será la empresa propietaria, Funespaña, con la que se han iniciado contactos desde el Ayuntamiento, la que se encargue del edificio; si bien, la solución no pasará por su demolición.

ESPERANZAS Las páginas de DEIA brindaron a estos inmigrantes la oportunidad de alzar su voz y hacerse visibles ante la sociedad. Ellos confesaron que vivían en unas condiciones infrahumanas. Posiblemente, una realidad que nada tenía que ver con lo que habían soñado encontrar. “Somos invisibles”; “vivimos en unas condiciones execrables”; “lo que hay aquí es una emergencia nutricional”. Estas fueron las palabras de Abdulai Wai y Ngoleke Ebeneger, dos de los jóvenes africanos afectados por esta situación. Entre sus deseos, anhelaban estudiar para poder acceder a una profesión con la que salir adelante. “Todos queremos una vida mejor y dejar esto atrás”.

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