El Govern cede a los alcaldes la decisión sobre las mezquitas

Anula la obligación de los ayuntamientos de prever suelo para nuevos oratorios La reforma de la ley exige a los futuros templos que se ajusten a la tradición local

El Periodico, FIDEL MASREAL BARCELONA , 14-09-2011

Las leyes y las reformas de leyes tienen importancia por lo que afirman, negro sobre blanco. Pero también por el mensaje político que lanzan. Ayer el portavoz del Govern, Francesc Homs, proclamó: «No hay un derecho de las confesiones religiosas a tener centros de culto. Esto no va así. No se puede ir exigiendo que te construyan un centro». Homs se expresó de esta manera en la presentación de la reforma de la ley de centros de culto, que elimina la oligación de los ayuntamientos de prever suelo público para oratorios de credos religiosos.
El Govern ha presentado esta reforma como una muestra de respeto a la autonomía local. Lo cierto es que, además, cede toda la responsabilidad y todo el poder de decisión a los municipios en una asignatura pendiente desde hace años: la normalización de la presencia de mezquitas en espacios adecuados, en lugar de los actuales locales instalados en plantas bajas de edificios de viviendas.
La reforma exige que las nuevas instalaciones que quieran implantarse respeten «las características arquitectónicas, culturales, de tradición e históricas, y los elementos artísticos» del lugar donde sse ubiquen. Y les obliga a disponer de medidas suficientes para prevenir molestias al vecindario.

LAS CRÍTICAS Los socialistas catalanes recordaron que la ley, aprobada por el anterior Govern tripartito, no obligaba a los alcaldes a ceder espacio para oratorios, sino que indicaba que determinados suelos municipales deberían «admitir» también el uso religioso «de acuerdo con las necesidades y las disponibilidades de los municipios».
ERC, por su parte, acusó al Govern de cerrar esta puerta y trasladar así la patata caliente del culto musulmán a los alcaldes. ICV afirmó que la reforma genera arbitrariedad. También alguna voz de CiU, como el alcalde de Figueres, ha discrepado de la reforma aprobada ayer.

LA MEZQUITA DE SALT Por otro lado, ayer se supo que el Ayuntamiento de Salt (Gironès) ofrecerá una ubicación alternativa a las asociaciones musulmanas Al Hilal y Magrebins per la Pau para que no construyan una mezquita en el polígono Torre Mirona. Se da la circunstancia de que algunos empresarios instalados en esta zona industrial han expresado su oposición al oratorio porque opinan que perjudicaría la actividad económica.
El alcalde de la población, Jaume Torramadé (CiU), explicó que los impulsores de la mezquita podrán aceptar o no la alternativa. El proyecto del oratorio musulmán fue presentado la semana pasada dentro del plazo otorgado por un permiso del anterior consistorio y por tanto no se ve afectado por la prohibición de abrir templos durante un año aprobada por el pleno municipal el pasado mes de agosto.

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