El alcalde de Badalona (Barcelona), Xavier García Albiol, acudió ayer a declarar ante el juzgado como imputado, acompañado por la plana mayor del PP catalán, con su presidenta Alicia Sánchez Camacho a la cabeza, por unos folletos que distribuyó y que vinculaban inseguridad e inmigración. En los mismos aparecía una fotografía con el lema ‘No queremos rumanos’.

Albiol señaló que nadie le callará a la hora de defender a sus vecinos y que los folletos en cuestión, que podrían ser constitutivos de un delito de incitación al odio racial, solo se hacían eco de los problemas de inseguridad de la ciudad. A la salida del juzgado, volvió a relacionar inseguridad con inmigración. «Buena parte de la inseguridad está generada por individuos gitanos rumanos, según datos objetivos», afirmó.

El imputado negó que los folletos fuesen xenófobos, sino que solo pretendían llamar la atención sobre la «pasividad» del anterior Gobierno municipal sobre un problema de algunos barrios de Badalona.

El alcalde catalán, durante la hora y media en la que fue interrogado, reconoció también que en una entrevista televisiva se refirió con la expresión «plaga» al colectivo de gitanos rumanos, pero indicó que el término fue «inapropiado» y admitió que en alguna ocasión pudo «cometer algún exceso verbal».

Camacho arropó al alcalde de Badalona y manifestó que la citación contra Albiol parte de una «denuncia política». Una querella «no callará» al PP en su lucha contra la inmigración irregular, remató. El juez archivó en primera instancia el caso y lo reabrió a raíz de un recurso de SOS Racismo y la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña.