Musulmanes en la América herida

Los seguidores del Islam que residen en Eeuu están satisfechos con su país a pesar del recelo de sus compatriotas

Diario de Noticias, Nuria ferragutcasas, 06-09-2011

washington

los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 hirieron los Estados Unidos para siempre. Un grupo de 19 terroristas islámicos secuestraron cuatro aviones comerciales y causaron la muerte de casi 3.000 personas tras estrellarlos en puntos neurálgicos como el Pentágono o las Torres Gemelas de Nueva York. En ese día atroz, no solo se secuestraron aviones sino también una religión. Muchos estadounidenses tuvieron su primer contacto con el Islam, pero fue con su peor representación, con una pequeña minoría radical que nada tiene que ver con los musulmanes.

Los atentados cambiaron el mundo y el curso de la historia pero también la vida de millones de personas. Entre ellas, la de los musulmanes estadounidenses que desde ese día observaron un creciente acoso y abuso verbal por parte de sus conciudadanos. De hecho, en los meses posteriores al ataque terrorista, los agentes del FBI contaron más de 400 ataques contra musulmanes y árabes en todo el país. Estas comunidades se sintieron perseguidas, las mujeres que usaban velo no se atrevían a salir a las calles y el presidente George W. Bush declaró: “Esta no es la América que yo conozco”.

Los años pasaron y la normalidad volvió a su cauce aunque sin disipar por completo el recelo hacia la comunidad musulmana. Una encuesta del Pew Research Center revela que una mayoría de los musulmanes estadounidenses considera que desde el 11 – S es más difícil profesar su fe. Por otra parte, un 52% cree que están señalados por el Gobierno como un grupo al que conviene vigilar y un 43% declaró haber sido hostigado por la policía en el último año. Aun así, aseguran sentirse satisfechos con su vida en los Estados Unidos.

Tierra de oportunidades Sam Hussein es el propietario del restaurante Cedarland, situado en el corazón de Deaborn. Esta ciudad, a escasos kilómetros de Detroit, alberga la concentración de musulmanes más grande del país. Con la mirada perdida, Hussein recuerda el fatídico 11 de septiembre de 2001. “Fue un día muy doloroso. Teníamos miedo por nuestro futuro y sentimos mucha rabia por los hombres que causaron los atentados terroristas”, dice, y añade que el “Islam es una religión de paz”. La vida se hizo más difícil para este musulmán y sus correligionarios. “Aún hoy me siento discriminado muchas veces aunque la situación ha mejorado”, asegura Hussein, nacido en el Líbano y que llegó a Deaborn hace más de 35 años para trabajar como ingeniero para la empresa automovilística Ford. A pesar de todo, se siente orgulloso de su país de adopción. “Conseguí hacer realidad mi sueño americano. Tengo mi propio negocio, una casa confortable y mis hijos podrán estudiar en la universidad”.

En Deaborn conviven 32.000 musulmanes originarios del Líbano, Yemen, e Irak. Entre sus calles, se ven muchas tiendas con sus carteles escritos en árabe y decenas de centros de rezo musulmán. Aquí se encuentra la mezquita más grande del país. El Centro Islámico de América abrió sus puertas en 2005 y acoge principalmente a musulmanes chiítas aunque todos los musulmanes pueden asistir a la mezquita. Rashid trabaja de voluntario en este templo de mármol blanco y brillante como guía. Era muy joven cuando los aviones pilotados por terroristas impactaron contra las Torres Gemelas. "Mi maestra me dijo ese día: “Supongo que estarás contento”. “No entendí por qué me dijo eso. Yo nací en este país, también soy americano”, rememora Rashid, que explica cómo aquel terrible suceso le hizo más fuerte. “Quise saber más sobre mis orígenes, sobre mi religión”, asegura. Según este joven, la discriminación que sufren los musulmanes es menos visible pero sigue ahí. “La gente asegura que no tiene ningún problema contigo o con tu religión pero muchas veces es mentira. Y eso es peor”, concluye el joven.

Comunidad diversa Casi dos millones de musulmanes viven en los Estados Unidos, según el Factbook de la CIA. Una cifra polémica, ya que otras fuentes aseguran que hay entre cinco y siete millones. Cifras aparte, la comunidad musulmana es muy diversa. Akbar Ahmed, profesor de la Universidad Americana de Washington, afirma que no hay un patrón claro para describir a los musulmanes estadounidenses. Ahmed visitó un centenar de las 1.200 mezquitas que hay en el país para escribir un estudio sobre el Islam. En contra de lo que muchos estadounidenses piensan, solo un tercio de sus compatriotas musulmanes proceden de Oriente Medio. El resto se compone, sobre todo, de los afroamericanos y asiáticos del sur. La mayoría son inmigrantes y solo un 37% ha nacido en los Estados Unidos.

El principal problema para los musulmanes estadounidenses es la desinformación sobre el Islam por ignorancia o por mala intención. Uno de los objetivos del Centro Musulmán Americano de Deaborn es informar a la población sobre el Islam. “Mucha gente empezó a interesarse por nuestra religión después de los atentados”, explica Mohammed, que condena todos los ataques terroristas porque van contra su religión. Y recuerda que la muerte de Bin Laden estaba escrita en el Corán: “Dile al asesino que un día será asesinado”.

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