BATEGITE significa en euskera fusión, unión, y eso es precisamente lo que quiere conseguir la asociación goierritarra que lleva ese nombre; unir e integrar a las personas inmigrantes con los lugareños de la comarca. Han pasado dos años desde la fundación de esta asociación, pero, tal y como explicaron ayer en la reunión celebrada en Beasain, Bategite se encuentra inmersa en un nuevo ciclo lleno de proyectos e ilusiones. No en vano, una nueva junta directiva presidida por Hamid Tafzi y doce compañeros más ha tomado las riendas de Bategite con el propósito de apoyar, en la mayor medida posible, a las personas extranjeras que residen en Goierri.

Además, el número de socios ha aumentado considerablemente en estos últimos meses, pasando de la treintena a 150 personas. Y todo eso requiere de una mayor organización y planificación en la que ya están trabajando los trece miembros de la junta. En la reunión de ayer expusieron sus líneas de trabajo e invitaron a los extranjeros a participar en sus actividades.

El primero en tomar la palabra fue Pello Urretabizkaia, conocido por todos como Pitxu, que explicó que uno de los retos más importantes de los próximos meses será conseguir un local para Bategite en Beasain. Según informó, la asociación ya ha trasladado esta solicitud a la casa consistorial y espera recibir una respuesta favorable. “Para nosotros es muy importante disponer de una sede para que los inmigrantes puedan reunirse, navegar por Internet, recibir asesoramiento y relacionarse entre ellos”, argumentó.

El objetivo de Bategite es que el futuro local se convierta en la casa de todas las personas de fuera. Allí, tendrán ocasión de pasar su tiempo libre, así como de acudir a clases de alfabetización, informática, castellano, árabe, francés y euskera. Los voluntarios de Bategite impartirán las clases y asesorarán sobre aspectos legales y jurídicos a los inmigrantes.

La idea de organizar cursos y talleres de aprendizaje fue muy bien acogida por la veintena de personas que asistió a la reunión, especialmente por los musulmanes. “Ahora Nos tenemos que ir hasta Zumarraga para que nuestros hijos aprendan árabe, así que nos vendrá de maravilla que puedan recibir clases en Beasain”, explicó una mujer.

rEPARTO DE COMIDA

Atención psicológica

Otro de los beneficios que reportará a la asociación disponer de un local es que podrá efectuar cómodamente el reparto de alimentos y ropa. “Será más fácil porque ahora lo hacemos desde mi propia casa”, explicó Urretabizkaia, que informó de que esta ayuda llega actualmente a algo más de 80 familias. Sin embargo, según sus estimaciones, esta cifra irá en aumento, ya que más y más familias afectadas por la crisis se han puesto en contacto con Bategite para solicitar ayuda. Tal y como explico Pitxu, el reparto de comida suele ser mensual y se realiza junto con el Banco de Alimentos de Bergara. Los primeros aportan los alimentos y Bategite los distribuye entre los más necesitados. Así, cada familia solicitante recibe mensualmente 30 kilos de productos básicos como conservas, lácteos, pasta, arroz, sopas, aceites y bebidas. Eso sí, Pitxu anunció ayer que el criterio para repartir la leche va a cambiar: “A partir de ahora solo tendrán leche las familias con hijos”.

Otro de los objetivos que se ha marcado Bategite para los próximos meses es prestar atención a aspecto emocional de los extranjeros. Para eso, contarán con la ayuda de la socia colombiana Gloria y su marido, ambos psicólogos de profesión. “Llegamos de nuestros países y muchas veces nos sentimos muy solos, pero no lo contamos para no preocupar. Ahora podremos compartir nuestros sentimientos y nos apoyaremos los unos a los otros”, apuntó la profesional, que se ofreció para atender los fines de semana a las personas que lo necesiten.

Según anunciaron ayer, en los próximos meses también habrá tiempo para el ocio y la diversión, ya que a partir del día 17 comenzará a disputarse el mundialito de fútbol de Bategite. Además, el próximo 1 de octubre, se organizará la jornada del voluntariado, en la que se jugará la final del campeonato deportivo y habrá música de varios países, una comida intercultural y talleres de caligrafía paquistaní.

El siguiente gran reto será colaborar en la organización del Día del Inmigrante de Gipuzkoa, que se celebrará en septiembre del próximo año en Beasain.