La pesadilla de ser negro

La Verdad, PAULA ROSAS, 04-09-2011

Muy a menudo, los horrores de una guerra no se conocen hasta que termina. La confusión de los combates, avances y retrocesos impiden ver las vilezas del día a día, y no es hasta que comienza a calmarse la batalla y a vislumbrarse el final cuando salen a la luz las injusticias. Los inmigrantes subsaharianos en Libia lo saben muy bien. También los libios negros, que han sufrido persecuciones desde el inicio del conflicto por el color de su piel, al ser confundidos por los supuestos mercenarios africanos contratados por Gadafi para combatir a los rebeldes.

La semana pasada, más de 30 hombres negros aparecieron muertos en un campamento cerca del centro de Trípoli. Las cámaras mostraron sus cuerpos hinchados al sol, con las manos atadas detrás de la espalda, claramente ejecutados. «Mercenarios a sueldo de Gadafi», aseguraron los rebeldes. Las víctimas no llevaban uniforme, ni tenían a nadie que corroborara o desmintiera su historia. Tampoco han sido los únicos.

Amnistía Internacional (AI) y otros organismos de derechos humanos han denunciado que cientos de civiles negros están siendo detenidos o directamente ejecutados en la Libia «liberada», un proceso que ya comenzó al principio del conflicto, y que obligó a miles de ciudadanos africanos a huir del país. Los que quedaron atrapados en las regiones controladas por el régimen de Gadafi se encuentran ahora con el recelo de los milicianos.

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