ola migratoria

Alemania abre las puertas en plena crisis de Schengen

La Voz de Galicia, paco soto, 04-09-2011

Causa una ola migratoria que succiona el capital humano del Este de Europa

Causa una ola migratoria que succiona el capital humano del Este de Europa

Alemania y Austria abrieron su mercado laboral el 1 de mayo a los trabajadores de ocho países de la antigua Europa comunista: Polonia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Lituania, Letonia y Estonia. Los ciudadanos de estos países también se podrán establecer en Suiza. De momento, Rumanía y Bulgaria, los dos estados más pobres de la UE, seguirán sufriendo limitaciones laborales. Berlín y Viena han tomado esta decisión cuando el Espacio Schengen, que regula la libre circulación de personas en Europa, está siendo cuestionado por Francia, Italia y Dinamarca, y la UE es incapaz de articular mecanismos para acoger al exilio económico y político procedente del norte de África.

Los ocho estados poscomunistas favorecidos ingresaron en la UE en el 2004 y, aunque han progresado en el ámbito económico y social, su nivel de riqueza global y de renta por habitante sigue estando muy por debajo de la media comunitaria. El desempleo es especialmente duro en las tres repúblicas bálticas. En Europa del Este el sueldo medio bruto representa un tercio de la media alemana, y en el caso de Eslovenia, que es el país poscomunista más rico, dos tercios. Por todo ello, los expertos auguran una fuerte oleada migratoria.

Según el Instituto IW de Colonia, unos 800.000 trabajadores de Europa central y báltica podrían emigrar a Alemania y Austria de aquí a finales de 2012. El Instituto IAB de Núremberg y la Comisión Europea sopesan la cifra de 100.000 inmigrantes al año en una primera etapa. El instituto Wifo de Austria calcula la llegada de entre 15.000 y 25.000 trabajadores al año a ese país. Letonia y Lituania, que viven una grave crisis, podrían sufrir un éxodo masivo de su población laboral. El problema preocupa y el primer ministro, Valdis Dombrovskis, ya ha anunciado su intención de frenar el fenómeno para evitar la fuga de mano de obra cualificada.

«Alemania necesita miles de checos», asegura el diario Lidové Noviny. Las autoridades checas piensan que no habrá un éxodo masivo de checos, porque el país es más rico que otros de la región y, según dice el ministro de Trabajo, Jaromír Drábek, «nuestros trabajadores llevan varios años moviéndose sin restricciones por la mayoría de los países de la UE». Pero en el 2009, emigraron a Alemania 14.000 checos.

También los polacos piensan emigrar masivamente a Alemania y Austria. Según estudios económicos, entre 400.000 y 500.000, y eso que unos 400.000 ya trabajan en Alemania. «Una generación perdida está dispuesta al exilio», señalaba recientemente el semanario polaco Wprost. La economista y demógrafa del Centro de Relaciones Internacionales de Varsovia Krystyna Iglicka está convencida de que «la emigración será masiva, como ocurrió con el Reino Unido e Irlanda, porque los sueldos son muy elevados y las perspectivas profesionales más interesantes que en las zonas pobres de Polonia». Un estudio indica que el 60 % de los estudiantes están dispuestos a irse. En el oeste de Polonia, un habitante de cada seis está dispuesto a emigrar.

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