El Partido Comunista de Andalucía hizo ayer una denuncia pública ante el preocupante aumento de agresiones y amenazas de grupos de extrema derecha en la capital, tanto a sus sedes como en sus actos. El último episodio tuvo lugar en la última jornada de feria, en el Real, cuando varios grupos con estética nazi crearon varios altercados, con lanzamiento de sillas y vasos incluido, en la caseta de El Militante, amén de otras provocaciones durante otros días de feria en diversos puntos de encuentro de colectivos de izquierdas, como el Sindicato de Estudiantes o asociaciones de inmigrantes.

«Tras conocer la celebración de un concierto con grupos fascistas en el centro de la ciudad, estuvimos alerta durante la jornada de noche. Efectivamente, se personaron allí para provocar, insultar, lanzar cosas, incluso hubo algún zarandeo. Sólo la intervención del concejal Pedro Moreno, en contacto permanente con las fuerzas de orden, evitó un mal mayor. Aún así, se tuvo que cerrar la caseta el resto de la noche», señaló Efrén Campos, secretario provincial del PCA. Estos hechos han sido «la culminación a una serie de ataques, que han ganado en frecuencia, a sedes de la coalición en El Palo, Centro, Carretera de Cádiz y Marbella, con pintadas, rotura de cristales y carteles, así como cierre de puertas con silicona», apuntó Soledad Maldonado, de la dirección provincial de las Juventudes Comunistas de España.

El secretario general del PCA, José Manuel Mariscal, estuvo presente para mostrar la solidaridad con los compañeros de Málaga. Aprovechando su intervención, quiso apoyar las movilizaciones que se están preparando para pedir un referéndum de cara a la próxima reforma constitucional.