La comunidad musulmana de Bilbao puso ayer fin al mes sagrado de Ramadán con una gran fiesta. El ‘Aid al-Fitr’. El evento se celebró en el pabellón de La Casilla y un cartel en árabe, castellano y euskera colocado en su entrada daba la bienvenida y felicitaba a los allí presentes. Más de 3.000 personas naturales de países tan dispares como Pakistán, Libia o Nigeria abarrotaron desde las 8.30 horas la cancha y las gradas del polideportivo para «fundirse en un abrazo y dar gracias a Dios por el mes vivido».
Si desde la primera jornada de agosto el ayuno durante el día era impuesto por el Corán, ayer la ingesta de alimentos era obligada para todos aquellos que profesan esta religión. Por eso, tras entonar unos cánticos de alabanza y elevar sus plegarias al cielo, los allí presentes pudieron degustar un aperitivo compuesto por zumos, dátiles y dulces típicos.
Para los más peques también fue un día especial. Los organizadores instalaron un par de castillos hinchables en el interior y cada niño recibió un regalo a cambio de su sonrisa. Además, algunas personas de otras creencias acudieron también a la cita para ser partícipes de una tradición tan importante en el calendario islámico.