JORDI RIBALAYGUE / Badalona
Guste o desagrade, nadie discute
que Xavier García Albiol se expresa
con contundencia. Amenudo, resulta
descarnado y algo brusco, una aptitud
que le ha agenciado admiradores,
detractores y una atención por
parte de la prensa inusual para un
alcalde de Badalona. El edil del PP
ganó popularidad (y muchas críticas)
mientras lideraba la oposición,
cuando se centró en comparar las
callesmás castigadas con guetos y
en alertar de que un polvorín amenazaba
con prender donde la pobreza
cohabita con la inmigración.
Ya con la vara demando tras haber
fundido en las urnas al PSC allí
donde supo sembrar sumáxima de
mano dura, el alcalde volvió a las
andadas, a pintar una Badalona
–aunque sea en «ciertas zonas», como
siempre incorpora como coletilla–
al borde de la desesperación.
«Hay barrios donde podría llegar a
existir un problema real de estallido
social», avisó Albiol. El escenario
no era menor. El alcalde
lo proclamó junto
al conseller de Interior,
Felip Puig, con el que se
reunió ayer en el Ayuntamiento.
«Lo que digo es muy
duro», prosiguió el popular,
«pero es una realidad
en parte de Llefià,
La Salut, Sant Roc o
Sant Crist». Expresando
cercanía con elmensaje
duro de Albiol, el conseller
anunció que la dotación
de Mossos d’Esquadra
se incrementará
en Badalona a partir de
octubre con una quincena
de nuevos agentes.
En la actualidad, el
cuartel de la policía autonómica
acoge a unos
200 policías.
El refuerzo no será
extraordinario y único
para la población que el
PP gobierna en minoría.
«Las ciudades que más
lo notarán son las más
pobladas», señaló Puig,
que encuadró a Badalona
en los municipios de
la conurbación de la capital
catalana que requieren «una
atención específica». En la lista, el
conseller añadió a L’Hospitalet, Barcelona
y Terrassa, donde Interior
prevé aumentar la plantilla de los
Mossos entre un 7% y un 10%, al
igual que en Badalona.
«En el entorno metropolitano,
hay zonas en las que la precariedad
económica y lamarginalidad social
exigen más actuaciones», infirió
Puig, que no tuvo reparos en aludir
a la crisis como un factor que atrae
a «ciertos colectivos y en ciertos barrios
» a «traspasar la raya de la legalidad
». Albiol argumentó que la
presencia de más policías es «vital
para la cohesión»: «La paciencia de
muchas personas ha llegado al límite;
o las Administraciones ponemos
remedio o, en algúnmomento,
nos podríamos encontrar con un
conflicto entre vecinos».
Pese a sus declaraciones, el alcalde
no ofreció datos sobre la criminalidad
en Badalona y admitió que
la situación no es peor que en otras
localidades. «Los grandes delitos
no han subido, pero se ha notado
este año un repunte de los robos
menores», replicó.
Aunque se cuidó de entrar en
comparaciones con otras ciudades
próximas a Badalona, Puig se esforzó
en resaltar la sintonía con Albiol
pese a las notables discrepancias
ideológicas que les distancian. Por
ejemplo, coincidió con el popular en
la necesidad de combatir los pequeños
hurtos, que agudizan la sensación
de inseguridad. «Los ciudadanos
tienen una percepción que hay
quemejorar», razonó el conseller.