SUCESOS El barrio Sont Gotleu, en Palma de Mallorca, volvió ayer a la rutina después de los enfrentamientos del lunes entre nigerianos, gitanos y miembros de la Policía tras el fallecimiento de Efosa Okosun. Mientras la justicia investiga los hechos que rodearon la muerte del ciudadano africano, sus compatriotas y las asociaciones de gitanos pidieron calma a los alborotadores. De esta forma, en las calles de Sont Gotleu los comercios abrieron sin miedo a los disturbios y los vecinos retomaron su rutina. Además 130 agentes de Policía velaron ayer para asegurar esta tranquilidad. Por último, los cinco ciudadanos nigerianos detenidos el lunes por disturbios y atentado contra la autoridad en el barrio palmesano pasaron a disposición judicial. / Agencias