Batalla campal de africanos y gitanos en Mallorca por la muerte de un nigeriano

El Correo, EL CORREO, 30-08-2011

La muerte de un joven nigeriano que se cayó desde un quinto piso cuando trataba de pasar de un balcón a otro, según la versión oficial, desencadenó ayer una batalla campal en Palma de Mallorca entre inmigrantes de ese país – creían que su compatriota había sido asesinado – y grupos de gitanos. En el transcurso de los enfrentamientos, que se iniciaron de madrugada y se prolongaron durante varias horas en el barrio de Son Gotleu, una zona con una numerosa y abigarrada población inmigrante, resultó dañada una treintena de vehículos y se causaron importantes destrozos en el mobiliario urbano.

La chispa de los incidentes saltó en la noche del domingo al lunes cuando Efosa Okosun, de 28 años, se precipitó al suelo desde un edificio de viviendas. Algunos testigos aseguraron que el joven había subido corriendo a la azotea del inmueble, perseguido por varios individuos, y que una vez arriba tres individuos de etnia gitana lo habrían agarrado y arrojado a la calle. Sin embargo, la Policía desmintió esta versión y aseguró que Okosun estaba «deslizándose voluntariamente» por la fachada cuando una tubería de gas a la que se había aferrado cedió y el hombre cayó al vacío «de forma accidental».

Fuentes oficiales insistieron en que nadie mató a Okosun ni tampoco intentó suicidarse. Sin embargo, la comunidad de nigerianos no se lo creyó. Estaba convencida de que el joven africano había sido asesinado por gitanos. Durante toda la madrugada, el barrio de Son Gotleu fue escenario de una pelea multitudinaria entre miembros de las dos comunidades. Contenedores y vehículos fueron incendiados por los alborotadores, que también se encararon con los antidisturbios.

«Se buscaba la vida»

Los altercados se prolongaron al amanecer. Grupos de africanos recorrieron Son Gotleu armados con palos, botellas y otros objetos contundentes, reclamando «justicia» para el fallecido y también para los nigerianos que habían sido detenidos por la Policía durante los primeros enfrentamientos (el balance definitivo fue de cinco arrestados). «Era una buena persona que se buscaba la vida como podía», decían los nigerianos del joven fallecido.

A mediodía, una lluvia de piedras cayó sobre los policías, algunos lanzados desde los edificios; y grupos de individuos comenzaron a volcar motocicletas. Los policías lograron controlarlos a porrazos, utilizando también pelotas de goma y encerrándolos en portales. Los incidentes sólo remitieron por la tarde, aunque la tensión era palpable en el vecindario, donde conviven diferentes grupos étnicos. El Ayuntamiento de Palma medió entre los grupos enfrentados, cuyos representantes alcanzaron anoche un acuerdo en la comisaría para apaciguar los ánimos.

La discordia entre gitanos y nigerianos viene de lejos. Son Gotleu ya fue escenario hace dos años de una multitudinaria pelea entre ambas comunidades, en la que participaron cientos de individuos. Tres personas resultaron heridas por arma blanca y varias decenas más sufrieron contusiones.

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