Unas 300 personas se manifestaron ayer en contra del racismo en Salt, donde la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC) había convocado otra manifestación contra la construcción de una mezquita, que no se llevó a cabo al ser prohibida por la Generalitat y por los tribunales.

La manifestación, que se celebró en medio de un fuerte despliegue policial y que finalizó sin incidentes, había sido convocada por dos plataformas denominadas de “Indignados” de Salt y de Gerona, que agrupan a diversos colectivos de ambas ciudades contrarios al racismo.

En la cabecera de la manifestación hubo pancartas con los lemas “Paremos el fascismo” y “Salt dice no al racismo”, y el recorrido de la misma finalizó en el paso de Gerona, precisamente donde la PxC tenía previsto celebrar su acto.

Los manifestantes, entre los que había tanto inmigrantes como españoles, corearon lemas en contra del racismo y lanzaron consignas como “Salt es y será un pueblo antirracista”, así como contra el dirigente de la PxC Josep Anglada y el alcalde de Salt, Jaume Torramadé (CiU).

Nueva manifestación

Salt, un municipio con 30.000 habitantes y con un 40% de inmigración, fue escenario en los últimos meses de diversas polémicas relacionadas con la inmigración, la última de las cuales fue la decisión del consistorio de aprobar una moratoria de un año para la construcción de centros de culto en el polígono de Torremirona, donde estaba previsto construir una mezquita.

Anglada criticó la prohibición de la manifestación y anunció otra en Barcelona, aunque el portavoz del Gobierno, Francesc Homs, ya le advirtió de que también podrían prohibirla.