La entrada de inmigrantes ilegales está permitiendo observar un repunte importante en la llegada de menores a la ciudad. Precisamente, la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, también se ha referido en los últimos días a este hecho, señalando que han sido del orden de entre 40 y 45 los menores subsaharianos que han arribado desde el mes de mayo.

«Siguen llegando. Muchos de ellos acompañados por sus padres. Los que no van al centro de la Purísima», matizó la consejera. «Ahora mismo tenemos a 141 personas», añadió.

La popular, que entiende que esta situación es propia del verano puesto que es más fácil entrar en Melilla debido a las buenas temperaturas, sostiene que habrá que esperar a que finalice este tiempo y a que terminen las fiestas patronales para hacer balance del número de indocumentados que se ha registrado este año.

Aún así, el delegado del Gobierno, Antonio María Claret, cree que es preocupante que «cada vez accedan a Melilla más menores y mujeres embarazadas», lo que, a su juicio, supone que detrás de esta situación «están las mafias de la inmigración» con las que hay que acabar.